Las cubanas Olimpia Díaz Borges y Liana López Filpo sufrieron acoso laboral y abuso de poder en la empresa provincial de Correos en Cienfuegos cuando decidieron hacer pública su relación de pareja.
En una entrevista publicada por el diario local 5 de Septiembre, a propósito de la Jornada Cubana contra la Homofobia y la Transfobia, ambas mujeres desempolvaron la historia de maltratos e incomprensiones de las que fueron víctimas al inicio de su noviazgo, hace 13 años.
En 2008 Liana era la subdirectora comercial de Correos de Cuba en Cienfuegos y Olimpia gestora en un cibercorreo. Ambas tenían hijas adolescentes.
“Para mí, de orientación bisexual no resultaba cuestionable; para ella sí. Militante del Partido, dirigente, reserva de cuadro, y por otro lado, su familia homofóbica; ya puedes imaginar. Enseguida las amistades empezaron a juzgarla, le dieron la espalda y la cuestionaron en todos los lugares. Para alguien que nunca se había enamorado de otra mujer, representó una encrucijada", cuenta Olimpia.
“Llegaron a inspeccionar nuestra intimidad; le preguntaron quién de nosotras hacía de varón, y pasó la vergüenza del mundo. Hasta esgrimieron que era preferible que anduviera con diez hombres antes de hacerlo conmigo. Debí lidiar con su aceptación interna, con sus miedos y choques frente a las situaciones que vivimos”, agrega.
Según cuentan, en el trabajo fue donde más sufrieron, víctimas del acoso y abuso de poder. En ese entonces, la persona que fungía como director de la empresa las desmoralizaba ante el resto del equipo, las sobrecargaba de trabajo, y las movía de sus puestos arbitrariamente.
“En 2012, él buscó las razones para castigarnos, y Liana sufre un infarto cerebral en la oficina cuando le dicen que me van a sacar de la empresa. Dos años después quedó inhabilitada y no pudo trabajar más”, explica Olimpia.
Liana y Olimpia apelaron al sindicato, a las organizaciones políticas y al Ministerio de las Comunicaciones sin resultados debido a la falta de un marco jurídico que las respaldara.
Ni siquiera el Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex), que dirige Mariela Castro, hija de Raúl Castro, las ayudó en ese momento.
“Se escapó de sus manos. No había nada referido al acoso laboral. Igual pasó con los abogados: nos llamaban preocupados por nosotras, la familia, el sustento económico. Era una injusticia lo que habían cometido, lo sabían, y sintieron mucha pena por no poder resolverlo", cuenta Liana.
Con los años, Liana y Olimpia se convirtieron en activistas líderes del Proyecto Fénix de Mujeres Lesbianas y Bisexuales en Cienfuegos, vinculado a las redes sociales comunitarias del grupo LGBTIQ+, del Cenesex.
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