El sindicato sudafricano Solidaridad llevó a la corte de este país una demanda contra el Congreso Nacional Africano (ANC) luego de que la ministra de Asentamientos Humanos, Agua y Saneamiento, Lindiwe Sisulu, diera la bienvenida, a principios de mayo, a 24 ingenieros cubanos para abordar la crisis del agua en Sudáfrica.
El proceso judicial es el resultado de un descontento de los profesionales sudafricanos con la decisión del ANC de importar especialistas cuando existe capital humano competente y desempleado en este país. El sindicato de los trabajadores exige al gobierno las siguientes cuestiones:
Divulgación de mayor información sobre los roles y responsabilidades de los ingenieros cubanos.
Un interdicto para detener el proceso de implementación.
Una solicitud de revisión de la decisión del gobierno.
“Es hora de que termine la fascinación de Sudáfrica por Cuba y la ideología comunista. El último despliegue de ingenieros cubanos es indignante, especialmente dado que algunos de los propios ingenieros de Sudáfrica están desempleados o tienen la capacidad para ayudar”, explicó Theuns du Buisson, investigador económico del Instituto de Investigaciones Solidarias ( SRI), al medio sudafricano Politicsweb.
“Lo que agrava aún más la situación es que el ministro Sisulu mencionó en una entrevista en Radio 2000 que efectivamente se habían recibido postulaciones para los puestos que actualmente cubren cubanos, pero que los postulantes eran blancos ”, añadió el especialista.
Sobre la corrupción latente tras las colaboraciones entre ambos países, así como la delicada situación racial que atraviesa Sudáfrica, el investigador agregó:
“Por implicación, el ministro está dispuesto a nombrar mentores a un gran costo en lugar de utilizar el talento local para resolver los problemas reales del agua. En consecuencia, los negros pueden quedarse sin agua siempre que, según el ministro, no se asignen puestos a los blancos ”.
Según Solidaridad, la propia situación del agua en Cuba es precaria. El informe del SRI, por ejemplo, señala que la mayoría de los barrios de La Habana solo tienen agua dos horas cada cinco días.
“El gobierno cubano no se responsabiliza por este estado de cosas, sino que culpa a las sanciones de Estados Unidos por la falta de infraestructura del país. Los cubanos olvidan convenientemente que Estados Unidos no es el único proveedor de equipos ”, sostiene Du Buisson.
El informe de Solidaridad también revela otras ocasiones en las que se desplegaron empleados cubanos, aparentemente para mejorar los servicios sudafricanos existentes.
“Desde que asumió el Congreso Nacional Africano, se han hecho intentos en cada oportunidad de canalizar dinero a Cuba. Por ejemplo, la Fuerza de Defensa de Sudáfrica importó mecánicos de Cuba a un costo de R 200 millones para reparar vehículos. Varios de estos mismos vehículos se vendieron más tarde como chatarra ”, dijo Du Buisson.
“Más recientemente, la Fuerza de Defensa volvió a gastar una cantidad de R 200 millones en el fármaco Interferón. Fue comprado a Cuba para ser utilizado contra Covid-19 aunque no había evidencia de que fuera efectivo”.
Solidaridad arrojó más luz sobre las condiciones y circunstancias en las que los trabajadores cubanos son exportados a países extranjeros.
Du Buisson explicó: “Puede que sea cierto que a los cubanos se les paga grandes sumas de dinero, pero el gobierno cubano reclama la mayor parte de su remuneración. La exportación cubana de médicos a otros países contribuye más a los ingresos del estado que todo el sector turístico. Estos médicos suelen presentar acusaciones de intimidación por parte de las autoridades cubanas mientras se encuentran desplegados en lugares de todo el mundo”.
Según Du Buisson, sólo cabe preguntarse si los cubanos también consideran a sus ingenieros como mercancías a cambio de divisas. “Lo cierto es que el gobierno sudafricano no los trajo aquí para solucionar nuestros problemas de agua. En cambio, están aquí para confirmar el compromiso del ANC con el ideal comunista. Esto mientras nuestros propios ingenieros están listos para resolver problemas locales con experiencia y conocimientos locales ”, concluyó Du Buisson.
“Estamos decepcionados con el ministro. Hubo una solicitud del gobierno para presentarnos una propuesta y pospusimos dos veces el plazo para dicha propuesta. Aparte del hecho de que el gobierno no cumplió con el plazo, el ministro tampoco respondió a las cuestiones legales materiales planteadas por Solidaridad ”.
“Hay información importante que aún se oculta al público. No debería ser tan difícil obtener información sobre el uso del dinero de los impuestos. Necesitamos romper el secreto que rodea la llegada de los cubanos, lo que van a hacer, cómo se gastará el dinero y si los ingenieros cubanos están registrados ”.
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