El vicepresidente de Cuba, Salvador Valdés Mesa, exhortó a crear una “cultura de la rapidez” en el actual contexto de carestía y colas cotidianas durante una visita a zonas agrícolas en la central provincia de Sancti Spíritus, según reseñó la prensa oficialista.
De acuerdo con el periódico local Escambray, Valdés Mesa inspeccionó las obras —taludes, canal—en la presa La Felicidad, municipio Jatibonico, que permitirían explotar toda la capacidad de la misma (57 millones de metros cúbicos de agua) en el riego de tierras dedicadas a la producción.
Los trabajos buscan asegurar la irrigación, según el reporte citado, de “cerca de 1 800 hectáreas de caña y otras 300 de cultivos varios, fundamentalmente en la provincia espirituana y en menor medida en Ciego de Ávila”.
Valdés Mesa —quien acudió al lugar acompañado de la viceprimera ministra Inés María Chapman— no abandonó el habitual optimismo de estas visitas funcionariales a “objetivos económicos”: obras como esta son importantes, dijo, “porque son de las que nos ayudarán a avanzar, salir adelante con nuestros esfuerzos”.
Sin embargo, las palabras del Vicepresidente parecen revelar la urgencia de las actuales circunstancias del país: “Necesitamos rapidez para producir en las áreas beneficiadas con las obras hidráulicas”, afirmó.
Y agregó: “No podemos dar agua a la caña y otros cultivos y que no se eleven los rendimientos agrícolas, tienen que aumentar en las áreas bajo riego”.
Tras recibir informaciones sobre los plantíos cañeros de la región, Valdés Mesa aceptó: “Hoy tenemos limitaciones y carencias”. Y en el acto intentó convertir, tal como reza el mantra revolucionario, “el revés en victoria”: “Pero no hay mejor fertilizante”, dijo “que el cultivo, tener alta población, que el campo esté limpio y asistido”.
Insistió en que la industria azucarera debe además “hacer un importante aporte alimentario al país”: “Estamos obligados a diversificar las producciones y que los recursos rindan más”, sostuvo una vez más.
¿Qué opinas?
COMENTARArchivado en: