Obviamente es temprano para hacer un análisis más hondo, pero confieso que desde el malogrado José Fernández no había visto a un abridor cubano que me ilusionara tanto como Vladimir Gutiérrez.
El derecho pinareño consiguió ayer su primera victoria en el mejor béisbol del mundo con una salida de cinco episodios ante los Cardenales, que le dieron tres hits, le marcaron dos limpias y recibieron tres ponches e igual número de bases.
Unos días antes, versus los Cachorros, había perdido en su debut con un trabajo superior al de la víspera (ironías del béisbol) resumido en cinco innings de dos imparables, una carrera, par de transferencias y trío de cafés.
De 25 abriles, el de los Rojos no se ha arrugado con los monstruos que ha tenido delante en las apariciones de marras (Bryant, Báez, Arenado, Pederson...), y ahora mismo blasona de efectividad de 2.70, WHIP de 1.000 y average rival de .147, casi 100 puntos por debajo de MLB (.236).
Cierto: sus performances de strikeouts (15.0%) y boletos (12.5%) quedan cualitativamente por debajo de la liga, pero igualmente son estimulantes las cifras que exhibe en porcentaje de conexiones sólidas (24.1%) y batazos de línea (10.3%). En tales parámetros, las medias del campeonato andan por 39.5% y 23.5%, respectivamente.
Un vistazo interior a sus faenas revela que de los 144 pitcheos realizados, el 56.3% ha sido en rectas que acompaña con curvas (19.4%), sliders (13.9%) y cambios (10.4%). Según FanGraphs, la bola rápida le ha promediado 93.2 mph.
De Joseíto para acá
Excepción hecha del mencionado José Fernández, su tocayo José Ariel Contreras y los hermanos Hernández (Orlando y Liván), todos los abridores destacados de Cuba en la Gran Carpa pasaron por allí hace varias décadas, como son los casos de Adolfo Luque, Camilo Pascual, Pedro Ramos, Mike Cuéllar o el más grande todos, Luis Tiant.
Es decir, que el fanático cubano tiene hambre de iniciadores de rango. La Armada dispone de cerradores de lujo y toleteros cinco estrellas, pero no de hombres capaces de anotarse 15+ triunfos por campaña. Joseíto, un potencial Hall de la Fama, murió cuando empezaba su carrera, y de entonces a la fecha se han tenido pocas noticias realmente alentadoras.
Digamos, Odrisamer Despaigne carecía de las armas suficientes; Ariel Miranda, que tanta fe inspiraba, no logró establecerse en Seattle; a Roenis Elías se lo han ido tragando las lesiones; Johan Oviedo no ha celebrado un éxito en nueve aperturas; Adrián Morejón, que apuntaba a lo más alto, ya conoció el bisturí de Tommy John... ¿Y Ronald Bolaños? Ok. Que pase el próximo...
Así pues, Vladimir representa una esperanza. Ojalá atine siempre con los tiros.
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