En Sancti Spíritus 10 productores de la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) José Martí, del Consejo Popular Managuaco, iniciaron el sacrificio legal de ganado vacuno y la venta de esta carne a la población.
En medio de la dura crisis de alimentos que sufren los cubanos en la isla, el gobierno aprobó el sacrificio, consumo y comercialización de la carne bovina por parte de sus propietarios.
Las primeras matanzas de reses en Sancti Spíritus se realizaron este miércoles, en la Empresa Agropecuaria Managuaco donde se sacrificaron 11 animales.
El proceso de sacrificio del ganado se inicia con el pesaje y verificación de la documentación oficial del animal. Esto incluye tener licencia sanitaria. El dueño de la vaca es responsable de la matanza y preparación de las carnes, así como del destino del producto.
Escambray señaló que los propietarios destinaron la mayor parte de la carne al consumo familiar. Hicieron una donación al Hogar de niños sin amparo familiar, y el resto del producto se comercializó en Managuaco y en una casilla del Consejo Popular Jesús María, en la cabecera provincial.
La libra de carne salió a la venta a 76 pesos. Los subproductos y vísceras tenían un precio menor, pero no fue comunicado por la prensa oficialista. Tampoco señalaron la cantidad de carne que podía adquirir un comprador, que fue solo de 3 libras por persona.
La prensa espirituana señaló que el autorizo del sacrificio de ganado mayor es una motivación para los productores y un incentivo dirigido a recuperar la ganadería en el país.
Norge Yero, subdelegado de ganadería en Sancti Spíritus, dijo que en un levantamiento preliminar hay 891 productores que han solicitado la inclusión en el proceso de sacrificio y venta de ganado.
Alertó que los ganaderos para recibir el permiso para esta actividad tienen que haber logrado en el 2020 crecimiento en la masa total, cumplir el encargo estatal y no tener faltantes, entre otros indicadores.
“Tenemos identificados en todos los municipios, los mataderos o losas sanitarias que acogerán el sacrificio, concebido los mecanismos de comercialización, incluso para si el productor quiere vender directo. En próximos días se materializará esta medida en La Sierpe y paulatinamente se incorporarán los demás territorios”, dijo Yero.
La presidenta de la CCS José Martí, Lisbey González Rodríguez, declaró que hay en su cooperativa 21 campesinos que serán autorizados a matar reses. "El impacto ya se siente en los demás productores y esperamos que los resultados sean mejores en el futuro”, indicó.
Otras provincias cubanas ya han comenzado a vender carne de res, pero estas ventas son insuficientes para la gran demanda de cárnicos que existe en el país.
Las primeras reses sacrificadas por campesinos en Camagüey se vendieron a 60 pesos la libra. Se comercializó la carne en la comunidad Siete Palmas, en el municipio cabecera de esa provincia.
“Se sacrificaron seis reses, y entre todos fijamos el precio para esta primera venta, a 60 pesos la libra de carne, 20 la de ternilla y 15 de hueso rojo”, dijo Julio Cabrera Delgado, presidente de la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) "José Antonio Echeverría".
En este territorio vendieron 3 libras de carne de res para cada una de las 358 viviendas de la Circunscripción número 92, de Los Pinos, y entregaron alimentos gratuitos a quince familias vulnerables de ese asentamiento.
Los ganaderos camagüeyanos han dicho sentirse orgullosos de poder vender sus primeras reses, luego de que el gobierno eliminara la prohibición de disponer de la carne y la leche de los animales.
"Este es un momento que marca un antes y un después para nosotros, es un sueño hecho realidad. Es para los campesinos un orgullo poder sacrificar su animal para alimentar a la familia", dijo el campesino Rubén Pérez Benítez, a la prensa oficialista cubana.
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