Seis meses han pasado desde que el niño cubano Yosvany Villar Ávila, de 14 años, desapareció de su casa en Lawton, en el municipio Diez de Octubre, La Habana, y sus familiares, aunque no pierden la esperanza, no han tenido ninguna señal de lo que puede haberle sucedido.
La familia no ha logrado obtener ninguna información o pista de por qué el niño desapareció ni en qué condiciones y las autoridades no les han dado nada que conduzca a su aparición.
Sin embargo, sí les han advertido sobre subir fotos o información a las redes sociales, principalmente a la abuela, Elena Pérez, que estuvo muy activa en Facebook con denuncias de la desaparición de su nieto, al igual que la abuela paterna Maritza García.
"Fui advertida por la Policía acerca de que no podía dar declaraciones ni subir fotos de mi nieto a las redes sociales", dijo la abuela de Yosvany a Diario de Cuba.
La madre, Airobis Ávila Pérez, también confirmó que su hijo sigue desaparecido pero se rehusó a dar ninguna otra información por las advertencias de las autoridades.
Hace tres meses, la abuela dijo que los oficiales que visitaban la casa vestidos de civil les decían que esas fotos e información "son aprovechados por los enemigos de la revolución para difamar al gobierno y dañar a Cuba, que confiemos en la Policía y que el niño va a aparecer".
Yosvany desapareció la mañana del 11 de diciembre de 2020 mientras jugaba en Lawton, en la esquina de su casa.
En aquel momento, la familia contó a Diario de Cuba que el niño "estaba vestido con un short negro, pullover carmelita oscuro y zapatos colegiales", e hicieron varias denuncias en redes sociales y repartieron su foto por todo Diez de Octubre en busca de alguna pista.
El niño, de constitución delgada y el pelo negro con iluminaciones, estudiaba becado en una escuela especial en Caimito, donde reside su padre. De hecho, la familia tuvo que tramitar la denuncia en Artemisa, porque es donde figura la dirección oficial de Yosvany.
La desaparición de Yosvany ocurrió aproximadamente al mismo tiempo que la del adolescente José Manuel López en Campechuela, provincia Granma, y un mes después la del adolescente, Yordy Abizain Bandera, en el municipio Florida, en Camagüey. Desafortunadamente, ambos fueron hallados sin vida poco después de que las familias reportaran su desaparición.
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