La artista visual cubana Kina Matahari compartió el martes su primera experiencia ante una tienda en Moneda Libremente Convertible (MLC), en La Habana, adonde acudió para adquirir una olla de presión eléctrica.
Al comienzo de su publicación en Facebook, la artista explicó la necesidad de trasmitir su vivencia y dijo que se consideraba “afortunada”, por no haber tenido que enfrentar ese tipo de colas antes y por contar con algo de fondo en su tarjeta MLC del Banco Metropolitano.
Según la joven, algo semejante “solo puede ocurrir en un régimen totalitario cuyos experimentos económicos inefectivos se realizan sobre el sacrificio y el maltrato de la población”.
“Cola desde las 6 am en la tienda MLC perteneciente a la cadena TRD Caribe, On electrodomésticos, situada en Aguacate y Obrapía, donde a través de un grupo de Whatsapp me enteré que era el único lugar de La Habana donde sacarían el producto. Yo hacía en la fila aproximadamente el número 40. Las personas mágicamente comienzan a aparecer en las colas desde las 5am”, expuso.
Antes, la actriz Madai Fadraga había denunciado que, a pesar de la vigilancia policial y el supuesto control sobre las colas de los mercados, las personas parecían hacer fila desde antes de la apertura de los establecimientos, incluso en horas en que se limita la presencia de personas en las calles por las medidas contra el coronavirus.
“El horario de apertura de la tienda es desde las 9:00am. A las 10:00 am, con muy mala forma, los trabajadores de la tienda de la puerta y los dos chicos de la LCC (me enteré ayer que Lucha Contra Coleros se llaman, cuando son los primeros que se prestan para colar personas) dieron la explicación que aún no vendían los productos porque no se encontraban en el establecimiento (en orden de mención) ni el almacenero, ni el administrador y luego que la gerente. También maltrataron a las personas y dijeron en varias ocasiones que no iban a decirnos nada”, relató la artista visual.
“En el tiempo que estuve junto a casi 100 personas en la cola...desde las 6am hasta las 5pm, conté casi 10 personas coladas por las trabajadoras, esos solo los que yo pude ver. Personas que entraban directamente llamados por algún trabajador y salían con su producto en manos riéndose en la cara de la cola que protestaba. Y lo más simpático fue que la policía se encontraba presente y fue testigo todo el tiempo de estos sucesos, siendo cómplice de las ilegalidades y diciendo que ese no era su trabajo, que no estaban allí para eso”, relató.
Asimismo, Kina Matahari dijo haber visto irregularidades como personas de la llamada “Lucha Contra Coleros”, fumando cigarros con la mascarilla quitada. También señaló que a las 2pm empezó a llover y la cola permanecía bajo el aguacero “esperando estoicamente para poder lograr su misión subdesarrollada”.
La joven comentó que había personas que entraban y salían pronto con una olla en sus manos, las cuales probablemente venderían por 5,000 y 7,000 pesos en el portal Revolico. De igual forma, criticó la actitud indolente del policía ante las supuestas fechorías, que además se negó a darle su número de identificación, pues la artista pretendía denunciarlo.
“Eso fue para la olla, imagínense para ponerle algo dentro. En fin...¿qué necesidad de seguir pasando ese trabajo caballero? Esto no funciona”, dijo. “Ha habido 60 años de experimento para probar que no funciona. Y todo el experimento ha sido sobre el sacrificio del pueblo. Hoy hay hambre, hay miseria (material y espiritual) repartida en mayor y menor medida, pero generalizada”, expresó.
“Yo lloro todos los días de desesperanza viendo lo que pasa a mi alrededor con la certeza de que no hay perspectivas de mejoras inmediatas, ni a mediano ni largo plazo.nYo quiero vivir en dignidad. Esta isla es bien linda, pródiga en cultura desde el inicio de su historia, pródiga en talento y calidad humana. Estoy harta de ver al cubano sufriendo tanta miseria. Yo quiero un cambio”, concluyó.
Creadas por el gobierno cubano en medio del agravamiento de los suministros y de la pandemia, las tiendas en MLC surgieron como una forma de captar divisas ante el declive económico del país. Con la agudización de la crisis debido a la pandemia del coronavirus, la red se ha ido expandiendo y hoy día prácticamente son los únicos establecimientos donde se pueden comprar alimentos y artículos de primera necesidad, además de insumos para el trabajo del sector privado.
Pese a las múltiples críticas que ha recibido la “iniciativa” gubernamental, el expresidente Raúl Castro aseguró en el VIII Congreso del Partido Comunista de Cuba, que las tiendas se mantendrían en tanto la isla no recuperase su economía.
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