La selección inglesa buscará este domingo su primer trofeo de la Eurocopa luego de vencer 2x1 a Dinamarca en un partido que se extendió a la prórroga y terminó definido por un polémico penal.
Inglaterra, que no había recibido un gol en toda la Euro, se bebió el trago amargo (y el impacto sicológico) al minuto 30, una vez que Mikkel Damsgaard soltó un cañonazo inverosímil en el cobro de un libre directo.
Nada pudieron la barrera y Jordan Pickford, quien acababa de imponer un record de minutos seguidos sin recibir anotaciones para un portero de Inglaterra (721’), marca que le correspondía al legendario Gordon Banks.
Por cierto, el joven Damsgaard ya había avisado en el partido con un tiro con rosca que pasó cerca de la escuadra, y previamente a Rusia le había clavado uno de los mejores goles del torneo.
Así pues, a Inglaterra le tocaba venir de atrás, algo que solo había conseguido con éxito en par de desafíos de la Euro: versus Croacia en 2004, y ante Gales en 2016.
Sin embargo, el equipo respondió fantásticamente frente al numeroso público de Wembley, generando ocasiones y un merecido empate que apareció al minuto 39 tras una buena internada de Saka por banda derecha que Sterling no pudo tocar rumbo al arco de Kasper Schmeichel debido a que Kjaer –el gran capitán de los vikingos- se interpuso y marcó en propia puerta.
Todo sea dicho, la igualada pudo haber llegado en los instantes previos, pero Schmeichel le ahogó el grito de gol a los ingleses luego de un remate a bocajarro de Sterling.
Equilibrada la pizarra, el complementario volvió a presenciar una batalla táctica donde los de los Tres Leones se echaron adelante con el empuje de la grada, y al minuto 55 gozaron de una oportunidad inmejorable al momento en que Harry Maguire mandó un testarazo que Schmeichel detuvo de manera sensacional para orgullo de su padre inmortal, Peter.
Pero Dinamarca seguía sin balón, sin opciones y resistiendo a la desesperada. Terminó la segunda parte pidiendo la hora, y de ese mismo modo le entró a los tiempos extras. El gol de los anfitriones parecía a punto, pero -cosas del fútbol- llegó por la vía menos deseada cuando el VAR entendió como penal una jugada dudosísima de supuesta falta sobre Sterling al minuto 104.
Al manchón blanco se fue Kane, y el meta danés detuvo su disparo, pero con tan mala suerte que el rechace fue a parar a las piernas del delantero del Tottenham. 2x1. La suerte estaba escrita a pesar de que restaba un cuarto de hora, porque a esas alturas la Dinamita Roja ya no tenía pólvora.
Ahora Inglaterra se medirá a Italia por el título el domingo venidero en el mismo escenario londinense.
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