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El gobierno ruso llamó a las autoridades cubanas a tomar las “medidas necesarias” para restablecer el orden tras las protestas que sacudieron el país este domingo y en las que se volcaron miles de personas de manera pacífica.
“Estamos convencidos que las autoridades cubanas toman todas las medidas necesarias para restablecer el orden público en interés de los ciudadanos del país, en el marco de la Constitución y la legislación vigente", declaró este lunes la portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, María Zajarova.
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Rusia observa atentamente el desarrollo de la situación en Cuba y alrededor de ella, indicó la portavoz. “Consideramos inadmisible la injerencia externa en los asuntos internos de este Estado soberano o cualquier otra acción destructiva que incentive la desestabilización de la situación en la isla”, añadió Zajarova, según swissinfo.ch.
Las declaraciones de la diplomacia Rusia no distan mucho de las hechas cuando las protestas de Bielorrusia, en las que el gobierno ruso llamó al presidente Aleksander Lukashenko a “tomar las medidas necesarias para mantener el orden y garantizar la seguridad pública”.
El resultado en Bielorrusia no fue otro que un aumento brutal de la represión contra los manifestantes pacíficos, la detención de miles de ellos, la tortura y la desaparición de muchos, así como la militarización de pueblos y ciudades para evitar más manifestaciones.
Satélites de Moscú, ambas capitales, Minsk y La Habana toman nota con diligencia de las instrucciones de la metrópolis. La supervivencia política de las élites mafiosas que gobiernan estos regímenes autoritarios depende, en casos de protesta y revuelta social, del empleo de la “mano dura” contra manifestantes, opositores y activistas.
Este domingo, miles de cubanos salieron a las calles para protestar contra el gobierno de Miguel Díaz-Canel y su pésima gestión del coronavirus y la economía del país. Azotados por la pandemia, el hambre, la escasez de medicinas y alimentos, los apagones y un rosario de desdichas, los cubanos se lanzaron a las calles en varias ciudades y poblaciones de la isla.
La inédita jornada se saldó con cientos de detenidos y enfrentamientos después de que el presidente Miguel Díaz-Canel conminara a sus partidarios a salir a enfrentar a los manifestantes. Sin embargo, el corte de internet y los apagones selectivos extendieron un manto de oscuridad e impunidad sobre las acciones represivas llevadas a cabo al final de la jornada.
El respaldo del gobierno ruso este lunes coloca al gobierno cubano en la tesitura de cumplir las órdenes del Kremlin si quieren conservar el imprescindible apoyo de Moscú para mantener el régimen totalitario que les permite eternizarse en el poder.
A inicios de junio, el embajador ruso en La Habana, Andrei Guskov, advirtió con tono duro que el aislamiento involuntario de más de 150 turistas procedentes de su país en hoteles de Varadero, tras el falso positivo que arrojó un PCR realizado en Cuba, era una situación que no podía volver a ocurrir.
La preocupación del diplomático habrá quedado en segundo plano luego de que la Cancillería rusa haya visto las imágenes de las protestas en toda Cuba. El caos con el flujo de turistas rusos en Varadero queda empequeñecido frente a la magnitud de una situación que puede deteriorar aún más las relaciones entre ambos gobiernos, y que indica el rumbo que toma la sociedad civil cubana, distanciándose cada vez más del área de influencia de Rusia.
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