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El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo que las sanciones anunciadas este jueves por el Departamento del Tesoro al ministro de las Fuerzas Armadas de Cuba (FAR), General Álvaro López Miera, y a la Brigada Especial del Ministerio del Interior (MININT), son solo el primer paso de la respuesta de Washington a la represión estatal durante las protestas del 11 de julio.
"Esto es solo el comienzo", dijo Biden en un comunicado. "Estados Unidos condena las detenciones masivas y los juicios falsos en Cuba y continuará sancionando a los individuos responsables de la opresión del pueblo cubano".
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El mandatario repudió las condenas a jóvenes manifestantes y las describió como "un esfuerzo por intimidar y amenazar al pueblo cubano para que calle".
"El pueblo cubano tiene el mismo derecho a la libertad de expresión y reunión pacífica que todas las personas. Estados Unidos apoya a los valientes cubanos que han salido a las calles para oponerse a 62 años de represión bajo un régimen comunista", apuntó.
Biden resaltó que "los cubanoamericanos son un socio vital en nuestros esfuerzos por brindar alivio a las personas que sufren en la isla" y reiteró que su administración está trabajando con organizaciones de la sociedad civil y el sector privado para brindar acceso a Internet al pueblo cubano, "que elude los esfuerzos de censura del régimen".
Acerca de las remesas a Cuba, Biden dijo que su gobierno estaba realizando "una revisión" para determinar "cómo podemos maximizar el apoyo al pueblo cubano" y que el envío de remesas a las familias cubanas no beneficie al gobierno.
El presidente también señaló que el objetivo de aumentar el personal en la embajada de Estados Unidos en La Habana era "brindar servicios consulares a los cubanos y mejorar nuestra capacidad de relacionarnos con la sociedad civil, al tiempo que garantizamos la seguridad de los diplomáticos estadounidenses que sirven en Cuba".
Biden aseguró que su administración estaba comprometida con la libertad y dignidad humanas y que estaba trabajando con sus socios en toda la región, incluida la Organización de Estados Americanos (OEA), para presionar al régimen cubano para que libere de inmediato a los presos políticos y permita que el pueblo cubano disfrute de sus derechos fundamentales.
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