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Una variedad de alimentos que usualmente no se encuentran a la venta en comercios estatales de Cuba, han aparecido por estas fechas casi fortuitamente, algo que para no pocos representa una estrategia gubernamental con el fin de apaciguar al pueblo tras las protestas masivas del 11J.
Las pescaderías en La Habana, por ejemplo, muestran productos como picadillo de res, langosta y pargo. Una fuente comentó a CiberCuba que en la pescadería de Ayestarán, se vendió el kilogramo de camarones a 250 pesos cubanos, y también ofertaron albacora.
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En medio del rotundo desabastecimiento que ha afectado la isla en medio de la pandemia del coronavirus, muchos se extrañan del súbito cambio de panorama en los mostradores. “La langosta está a más de 219 pesos el kilo”, dijo un cubano al diario independiente 14yMedio.
“La langosta que trajeron no es de buena calidad, pero ya se está acabando porque la necesidad es mucha. Ha volado”, explicó. “Todo esto es para tratar de calmar a la gente”, opinó al mismo medio otra entrevistada en la barriada de Cayo Hueso.
“En estos días han aparecido a la venta productos que hace tiempo no se veían y, claro, todo el mundo se pregunta si eso estaba en los almacenes por qué no lo vendían, si hacía falta tirarse para la calle para que abastecieran”, agregó.
“Recuerdo una vez que en mi barrio hubo apagones varios días y la gente empezó a pintar carteles y a tirar botellas por los balcones: nos vendieron latas de carne, pastas, dulces y hasta cerveza”, evocó otro vecino.
Recientemente, las autoridades de La Habana inauguraron 47 mercados agropecuarios estatales (MAE) de nuevo tipo, llamados así porque se supone que estarán abastecidos directamente de grupos empresariales y empresas agropecuarias.
El pasado domingo, día de la inauguración, a dos semanas de las manifestaciones, se vendieron viandas y frutas, así como conservas y jugos elaborados en minindustrias. Otro mercado fue ubicado en la Villa Panamericana, en Habana del Este, el cual será abastecido por el grupo ganadero del Ministerio de la Agricultura, y dispone de canteros para la siembra de vegetales.
Por otro lado, el gobierno anunció la distribución de dos libras de arroz adicionales por persona a través de las bodegas del mercado, por la libreta de abastecimiento. En barrios donde los reclamos fueron más intensos, como La Lisa, El Cotorro y El Cerro, se instalaron ferias con productos agrícolas.
Los productos marítimos como pescados y mariscos, suelen destinarse a las ventas en Moneda Libremente Convertible (MLC) o por medio de internet, también en divisas. Incluso la carne de claria, un pez de sencillo y extendido cultivo en la isla, ha pasado a formar parte de tal modalidad de comercio a la que no tiene acceso una gran parte de la población que solo percibe ingresos en moneda nacional.
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