La propagación del COVID-19 cubrió de alarmantes noticias este sábado al estado de la Florida, convertido nuevamente en epicentro de la pandemia en Estados Unidos, con las mayores cifras de contagios y muertes desde que el virus comenzó a azotar el país.
De acuerdo con las estadísticas del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), Florida reportó 21,683 contagios, la mayor cifra de casos desde el estallido de la crisis del coronavirus en marzo de 2020, y 108 muertes, que es la segunda cantidad más elevada desde que se reportaron 159 fallecimientos el pasado 26 de marzo.
Los datos recientes marcan una peligrosa escalada de casos en Florida en momentos en que la reapertura de negocios locales tratan de encaminar la normalización económica, y a escasos días del inicio del curso escolar sin máximas restricciones de protección para los estudiantes.
Las cifras de referencia son del CDC debido a que desde el pasado 4 de junio el Departamento de Salud de Florida (FDH) no realiza actualizaciones diarias, solo semanales, de la situación de la pandemia.
El informe del FDH de este viernes, que comprende del 23 al 29 de julio, el número de casos entre los residentes de Florida aumentó en 110,724, casi un 52 por ciento más que en el reporte anterior.
En un mensaje a la población, el FDH hizo un llamamiento para despejar cualquier "confusión", y enfatizó que las vacunas son todavía efectivas y pueden protegernos del contagio.
Solo en la semana que termina el estado reportó 409 muertes, con un total de 39,079 durante la pandemia. Los siete días más letales se registraron a mediados de agosto de 2020, con 1,266 fallecidos.
El pico de contagios se ha disparado en los últimos días con la agresiva proliferación de la variante Delta del virus, creando un sentimiento extendido de regresión a una etapa aparentemente superada.
Este jueves se reportaron 17,093 casos y el viernes llegaron a 17,589, cifras que con las añadidas de este sábado elevan el promedio de contagios diarios en el estado a 15,818.
El panorama no puede ser más sombrío, a pesar de los avances en materia de vacunación: Florida tiene completamente vacunados a 10.5 millones de personas, el 46 por ciento de su población.
Florida reporta una de cada cuatro nuevos contagios a nivel nacional y acumula unos 9,300 pacientes hospitalizados, un crecimiento del 504 por ciento con relación al mes anterior.
En ningún otro estado de la nación hay hoy más personas hospitalizadas por coronavirus que en Florida, un desbordamiento que ha golpeado también a los centros de emergencia en el sur de Florida.
El Condado Miami-Dade reportó 15,584 nuevos casos de habitantes en esta semana, según el informe del FDH. Los centros de pruebas de COVID-19 están atestados y largas filas pueden verse en sitios como el Tropical Park, que acoge una amplia unidad para exámenes gratuitos a la población.
Este sábado el partido de béisbol entre los Marlins de Miami y los Yankees de Nueva York estuvo antecedido por una lamentable noticia antes de la voz de play ball en el estadio de la Pequeña Habana: el mánager del equipo local, la exestrella de Grandes Ligas Don Mattingly, dio positivo al coronavirus y estará alejando de sus funciones hasta que logre recuperarse. Mattingly estaba vacunado desde abril.
El doctor cubanoamericano Roly Moré, quien está en la primera línea de atención a los enfermos en hospitales de Miami, se confesó alarmado por la nueva ola de coronavirus.
"Acabo de salir de la peor noche que he pasado en la UCI de Covid-19 desde el comienzo de la pandemia hace 17 meses. Y solo es el comienzo", dijo Moré a CiberCuba. "He visto a dos familias jóvenes destruidas por la variante Delta: un paciente de unos 30 años fallecido, el hijo adolescente en cuidados intensivos y la esposa y la abuela hospitalizados".
Moré alertó que la vacunación sola no garantiza estar a salvo del contagio, pero es una barrera para evitar que la enfermedad sea letal.
"Por favor, vacúnense y usen las máscaras N95 en público, eso es lo más importante", recomendó el médico. "No, no se mezclen con grandes multitudes y reduzca las salidas innecesarias".
La situación está en el vórtice de una crisis que implica polémicas decisiones por parte del gobernador Ron DeSantis.
Durante una conferencia de prensa este viernes DeSantis rechazó la idea del aislamiento social y el cierre de instituciones escolares, y se opuso al uso obligatorio de mascarillas en el estado.
De hecho, DeSantis prohibió por orden ejecutiva que los distritos escolares exijan el uso de mascarillas a los estudiantes cuando las clases se reanuden el próximo mes, y dijo que su decisión mejorará la experiencia docente y les facilitará a os estudiantes la concentración en el aprendizaje.
No solo eso: amenazó con cortar fondos estatales a los distritos escolares que impongan el uso de las mascarillas.
El gobernador de Florida está enfrentado a las recomendaciones del CDC sobre el uso de mascarillas en interiores para todos los maestros, personal, estudiantes y visitantes de las escuelas K-12, independientemente de si están vacunados o no, y ha retado en los tribunales la decisión de los cruceros de pedir que los pasajeros hayan recibido la vacuna preventiva contra el COVID-19.
La orden ejecutiva de DeSantis entra en conflicto con las escuelas públicas del condado Broward, que esta semana acordaron por unanimidad imponer como obligatorio el uso de mascarilla a estudiantes, profesores y personal cuando se inicie el curso escolar el 18 de agosto. El sistema escolar de Miami-Dade tiene la decisión aún pendiente.
"Mi hija va a hacer la escuela online este año que viene otra vez y mi esposa que es profesora se queda en casa... Si no se reanudan las prácticas de distanciamiento social van a morir muchos jóvenes y no quisiera perder a más gente querida por esta enfermedad", manifestó Moré.
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