Una cubana residente en Miami denunció este domingo la muerte de su padre en el centro de aislamiento Celia Sánchez de la provincia de Holguín “pidiendo ayuda y oxígeno”.
“Acuso a la Dirección Provincial de Salud en Holguín como los primeros responsables por la muerte de mi padre Ángel García, que me lo dejaron morir sin ninguna atención médica, sin tirarle un Rayo-X para ver cómo estaban sus pulmones”, dijo Elizabeth Mulet en su denuncia pública a través de su perfil de Facebook.
Refirió también que su papá había sido remitido por una bronconeumonía y “no les importó, como no les importa ningún ser humano a ustedes… Lo dejaron sufrir, pidiendo ayuda, pidiendo oxígeno. Un hombre que trabajó en la Salud y ayudó a muchos toda su vida”.
“Si pensaron que esto se va a quedar así, se equivocaron, porque me voy a encargar que el mundo se entere de la gran porquería de potencia médica que son ustedes… Mira lo que hicieron. Mira cómo lo dejaron”, exclamó Elizabeth en su desgarradora denuncia que acompaña con las fotos de su padre fallecido en las primeras horas de este domingo.
CiberCuba contactó a Elizabeth, quien aseguró que su padre se complicó tras haber recibido la primera dosis del candidato vacunal Abdala, el 16 de julio último. “Mi padre tuvo una reacción a dicha vacuna y debutó con una bronconeumonía”, detalló.
“Él trabajó toda su vida en la Dirección Provincial de Salud en Holguín. Tenía cáncer de próstata y era diabético. Cuando empezó a sentirse mal, a las tantas veces que se quejó, lo mandaron para un centro de aislamiento, junto con mi mamá, sin ser positivo ni sospechoso de Covid-19. Sus dos pruebas dieron negativas. Ellos en ningún momento tuvieron la enfermedad”, narró Elizabeth.
Añadió, además, que su papá se quejaba todo el tiempo de la falta de aire y “nunca le pusieron oxígeno ni le dieron medicamentos para bajarle la fiebre”.
“Mi papá tenía 74 años. Falleció el domingo a las 12:30 a.m. y fue enterrado ayer mismo, como a las 11 de la mañana. Pero tampoco querían que nadie fuera al entierro. Mis sobrinos discutieron fuerte y buscaron un carro fúnebre, porque tampoco había, y le dieron el último adiós”, contó Elizabeth.
“Mi abuelo, Ángel García Santisteban, fue fundador de Salud Provincial en Holguín. Y lo que me duele que ninguno de sus compañeros nos llamaron. No nos dieron ni el pésame”, agregó José Ángel Rego García, nieto del fallecido, entrevistado también por CiberCuba.
Rego García confirmó que su abuelo comenzó a complicarse después de haber sido vacunado con el candidato vacunal Abdala. “Él tenía tratamiento por cáncer de próstata y cuando fue a vacunarse no le preguntaron por sus padecimientos y luego empezó con falta de aire”, apuntó.
“El 18 de julio yo lo llevo al policlínico Julio Grave de Peralta para ingresarlo. Le hacen el PCR y da negativo. Lo mandan a ingresar en la casa, pero seguía mal. Lo vuelvo a llevar y la doctora me dijo que tenía bronconeumonía. En el papel de ingreso puso hacer Rayos-X y que sería ingresado en un anexo del hospital clínico. Lo llevaron a las 2:00 a.m. del viernes 20 a ingresar”, explicó Rego García.
“Ese día por la noche lo llamo para saber cómo estaba. Me responde que no lo habían atendido, que no le habían hecho la placa y cuando pedía medicamentos le decían ahorita. Yo pensando que estaba en el clínico, al otro día lo vuelvo a llamar, pero no me contestó. Empiezo a llamar al hospital y ahí me enteré que no estaba ahí. Después de marcar 15 números fijos, supe que mis abuelos estaban en el centro de aislamiento de la escuela de enfermería Celia Sánchez”, detalló sobre la atención dada a su abuelo durante los últimos días de su vida.
“La persona que lo atendió allí me informó que estaba bien, que el domingo estaría de alta”, señaló.
Sin embargo, Ángel García, junto con su esposa, pasaría esos días previos a su fallecimiento reclamando atención médica, pero con pocos resultados, según refirieron su hija y nieto.
“Este sábado por la noche mi abuelo me dice que estaba mal, seguía con falta de aire. Le ponen oxígeno, pero vino una enfermera y se lo quitó para ponérselo a otro paciente. Solo había un balón de oxígeno para todo el piso”, aseguró Rego García.
“Cuando vino el médico, mi abuelo le volvió a decir que tenía falta de aire, pero no le hizo caso. Solo indicó hacerle un electro y se fue a ver a otro paciente, pero ahí mismo le dio el paro. Mi abuela llamó al médico, pero cuando llegó a los cinco minutos, aunque intentó reanimarlo, ya había fallecido. Me dijo el médico que tenía los pulmones llenos de líquidos”, manifestó.
Rego García quiere dejar claro que si “formula todo esto es para que ninguna familia pase por lo que ellos están pasando, porque hubo muchas negligencias médicas con mi abuelo”.
“No me quejo de la alimentación, ni de los paramédicos. El médico de guardia era un estudiante de Medicina. Bastante hizo sin recursos, pero a mi abuelo no le hicieron Rayos-X, ni se hidrató bien, ni se le hizo un buen seguimiento médico”, denunció. “Lo llevaron para un centro de aislamiento, cuando por sus patologías requería estar en el hospital clínico. Tenía cáncer, era diabético y una cardiopatía isquémica”.
“Según el médico, la vacuna aceleró todo este proceso, que no debió vacunarse porque su sistema de salud estaba muy depresivo y que la vacuna contra el cáncer de próstata, que le habían aplicado, no era compatible con Abdala. Nadie le preguntó eso antes de ponerle la vacuna”, lamentó.
“A mi abuelo lo querían cremar, y tanto hablé que pude impedir eso. Tampoco se pudo velar por la situación del país”, concluyó.
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