Panamá, Ecuador, Costa Rica y Colombia firmaron un acuerdo el miércoles para la protección de miles de migrantes cubanos, haitianos y de otros países que están varados en la población de Necoclí, al noroeste del departamento colombiano de Antioquia.
La semana pasada el alcalde de Necoclí, José Augusto Tobón, dijo que el municipio está colapsado por una crisis migratoria sin precedentes, con más de 10 mil personas que buscan llegar a Panamá en su camino hacia Estados Unidos.
Los migrantes buscan arribar en bote a otras zonas costeras para poder adentrarse hacia el Tapón del Darién, la peligrosa selva fronteriza entre Panamá y Colombia, y seguir su camino hacia la frontera sur de Estados Unidos.
El documento firmado el miércoles por autoridades de los citados países señala que diversos organismos trabajarán "conjuntamente en estrategias de prevención, detección, atención especializada de los migrantes que han sido víctimas de violencia sexual, trabajo infantil, trata de personas, tráfico de migrantes, explotación laboral y otras formas de vulneración".
También impulsarán medidas humanitarias para superar factores de riesgo en las zonas más peligrosas, con un enfoque de "protección integral de la infancia y la adolescencia, en especial la no acompañada".
Además convocarán una reunión de la Red de Instituciones Nacionales de Derechos Humanos (RINDHCA) para presentar el asunto, basados en su mandato de defender los derechos.
El documento contempla, igualmente, unir esfuerzos con el Consejo Centroamericano de Procuradores y Procuradoras de Derechos Humanos y las Instituciones de Derechos Humanos de México para establecer un mecanismo de trabajo coordinado regional incluyendo en este proceso a las Defensorías del Pueblo de Colombia y Ecuador.
Reafirmaron también su compromiso para velar por la protección de los derechos humanos de los migrantes, especialmente de niños, adolescentes, mujeres, personas con orientación sexual e identidad de género diversa y personas mayores.
No obstante, pese la rúbrica del documento conjunto el drama humanitario está en marcha y varios medios de prensa colombianos cuestionan la rapidez para poner solución inmediata al caos migratorio en la zona.
No es la primera vez que migrantes cubanos y de otros países quedan varados en Necoclí. A comienzos de año, el cierre temporal de las fronteras terrestres y fluviales decretado por Colombia para contener la propagación del coronavirus, trajo como consecuencias que centenares de migrantes acamparan en las playas de Necoclí, población con costas en el Mar Caribe.
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