La revista Alma Mater publicó un artículo este viernes en el que reflejó los problemas de la recogida de basuras en la capital, así como las carencias de los servicios comunales, incapaces de "trasegar" el volumen de desechos que se generan en la capital cubana.
Los habaneros generan diariamente 24 mil metros cúbicos de basura, entre desechos orgánicos e inorgánicos y de otros tipos, incluso tóxicos. “Los servicios comunales de la capital del país nunca han podido trasegar tanto detritus. No bastan”, indicó la publicación de la Federación de estudiantes Universitarios de Cuba (FEU).
Los 13 mil trabajadores de comunales que promedio trabajan en la capital no son suficientes para lidiar con la basura que generan los 2 millones 132 mil 394 habitantes que tiene La Habana.
Tampoco son suficientes los 80 camiones colectores asignados a los municipios habaneros, ni “los 40 camiones de volteo, 15 mini-cargadores, 50 podadoras de motor, 25 motosierras para acciones de poda y 15 camionetas destinadas al control y fiscalización de los procesos por las direcciones municipales”, señaló Alma Mater.
Resultan deficitarias también “las cajas de ampliroll [contenedores] emplazadas para el depósito de escombros en cada uno de los 105 Consejos Populares de la capital, fundamentalmente en zonas periféricas”.
Sin embargo, a pesar de reconocer la falta de recursos humanos y materiales de los servicios de comunales de la capital, la publicación señaló la indisciplina social como uno de los factores que más impactan en la suciedad de las calles de la capital.
“La ciudad se ve sucia en muchas partes, sobre todo donde la afluencia de público es multitudinaria y la disciplina social muestra poca disposición para contribuir, al menos, a que en las calles haya menos estropicio del existente”, consideró la revista en un artículo que contrastó dicha situación con la limpieza de barrios “donde el personal dedicado al barrido de calles es escaso y con menos recursos”.
“Se dirá que son barrios donde el tránsito peatonal y vehicular es mucho menor”, conjeturó Alma Mater, apreciando luces y sombras en la gestión municipal de los residuos. “En teoría funciona la estructura de que en cada uno de los 15 municipios de la capital exista una Empresa de Comunales propia, pretendiendo integrar de manera territorial recursos, personal y esfuerzos dedicados a esa labor de higienización”.
Sin embargo, “miremos alrededor”, propuso la revista de la FEU. “No toda la ciudad se ve igual; no todos los camiones colectores/compactadores pasan, o pasan a su hora; no todos los vinculados directamente a la recogida llevan su módulo de uniforme correspondiente; no toda la vecindad lleva, a su hora y a su lugar, la basura doméstica”, añadió, repartiendo la responsabilidad entre algunas Empresas municipales de Comunales y los propios residentes de la capital.
“La sostenibilidad es complicada. Todos sabemos que no es tan sencillo, por razones obvias. Conciencia social, ciudadana, o de urbanidad, le llaman algunos o simplemente decencia, según la mayoría”, definió la revista, que puso como ejemplo el civismo de los “países del primer mundo”
En ellos, abundan “los recursos para sus servicios comunales, pero nadie se atreve a arrojar con disimulo o en franco desparpajo no ya una lata de refresco o cerveza, ni siquiera la envoltura de un mínimo caramelo”, aseguró la revista.
La situación con la recogida y procesamiento de la basura en la capital ha sido motivo de queja por parte de los habaneros. Los ríos Almendares y Quibú han sido objeto de varias campañas de recogida de desechos de sus orillas y riberas, pero la situación no se soluciona y se repite con el paso del tiempo.
En diciembre de 2019, la Diputación Provincial de Granada donó una ayuda monetaria al municipio Centro Habana para la recogida de basura. Según su página oficial, la ayuda se destinará a la "mejora de las condiciones higiénico-sanitarias del municipio de Centro Habana a través de la gestión eficiente del sistema de recogida de residuos sólidos urbanos".
En marzo de 2020, la página Naturaleza Secreta de Cuba compartió una vista aérea del polémico basurero de la calle 100 en La Habana, en las que se podía apreciar las emisiones de humo que invaden los vecindarios cerca del gran vertedero capitalino, las cuales a menudo originan numerosas quejas de la población
Según la página, el vertedero es “uno de los desafíos que tiene La Habana para lograr una mejor higiene ambiental de la ciudad. No basta con recoger mejor los desechos sólidos en cada barrio, un problema también sensible es qué hacer luego con ellos”.
“No pocas veces se ha soñado en Cuba con convertir estos espacios en fuente de generación de energía y disminuir, a la vez, la contaminación que hoy provocan, para ello se ha incorporado esa posibilidad a la cartera de proyectos de inversión extranjera, que tan difícil es materializar ante tantas presiones externas; pero no podemos cejar en el empeño de transformar esta realidad”, agregó.
"Más de 250 mil residentes en los municipios habaneros de Marianao y La Lisa estaban sometidos al humo tóxico resultante de la autocombustión del basurero de la Calle 100, conocido como el Bote", una situación que denunció un ciudadano en marzo de 2020 también, y que el artículo de Alma Mater de este viernes no menciona.
Según expuso, la quema de basura allí causa “una niebla sofocante y fétida que provoca tos, sensación de asfixia y molestia en la vista; esto a largo plazo se traduce en afecciones respiratorias crónicas como neumonía, asma, bronquitis y cáncer de pulmón”, entre otros males.
¿Qué opinas?
VER COMENTARIOS (1)Archivado en: