Las activistas y artistas cubanas Camila Lobón y Katherine Bisquet fueron desalojadas del departamento que ambas rentaban en Centro Habana por presiones de la Seguridad del Estado y en medio de la alarma ciclónica decretara por la cercanía del huracán Ida.
Lobón denunció en un post de Facebook que ambas habían recibido amenazas y chantajes porque desde el 25 de agosto, y burlando el cerco policial en su vivienda, la curadora de Arte Carolina Barrero llegó a su vivienda y desde entonces las acompaña.
En horas de la mañana el agente Darío –que "las atiende"– llamó a Katherine Bisquet para que entregaran a Barrero, bajo amenazas de complicar el proceso legal de su novio, el artista Hamlet Lavastida, detenido arbitrariamente desde el mes de junio.
Ante la negativa de ambas mujeres a ceder a los chantajes, Lobón cuenta que "la Seguridad del Estado contactó a nuestro casero para que nos comunicara que Carolina debía salir hoy de este alquiler".
"Según el oficial que nos atiende, Carolina debía bajar de manera inmediata para que la policía política la condujera de vuelta a su casa. La justificación para tal orden, ninguna, pura crueldad y capricho de quienes impunemente pueden ejercer control sobre nuestras vidas privadas y cuerpos", denunció.
Dijo que las autoridades entienden que "es prioridad hoy para el gobierno cubano" que tres amigas no permanezcan juntas, sobrellevando un ilegal encierro al que las han confinado desde hace 65 días.
"Nos han creado una crisis con nuestro casero, así que decidimos, para que no ejerzan más presiones sobre él, abandonar la renta y mudarnos las 3. Estamos buscando opciones ahora sobre hacia dónde y cómo hacer una mudanza en plena tormenta y con el operativo policial en los bajos del edificio", subrayó.
Comenta que a falta de argumentos el agente Darío se vale del chantaje sobre el proceso de Hamlet Lavastida.
"Hace unos minutos la SE nos llamó para proponernos hablar vía telefónica con Hamlet. Suponemos le han comentado esta absurda situación que ellos mismos han creado y pretenden usarlo para presionarnos psicológicamente como ya han hecho con anterioridad", dijo la joven artista.
"Ellos se empecinan en que Carolina no puede permanecer acá, y nosotras nos negamos a seguir naturalizando esta ilegal y ridícula dependencia de los caprichos o la benevolencia de nuestros arbitrarios carceleros. Nos negamos a seguir tolerando que la presión meticulosa de la Contrainteligencia nos torture. Ellos no ven tortura ni abuso en lo que hacen, pero nosotras la estamos padeciendo a cada minuto", subraya.
Bisquet también había denunciado en horas de la mañana las amenazas de Darío: "Katherine, que Carolina esté aquí no va a ayudar a Hamlet", le dijo.
Relata la escritora que en la noche del 25 de agosto Barrero, que llevaba 65 días sin poder salir de su vivienda, logró burlar el cerco policial y llegar a su casa. "Han pasado ya dos noches, Carolina ha recuperado el apetito, Camila y yo un poco la alegría", dijo.
Estas tres artistas cubanas, al igual que la periodista independiente Iliana Hernández, viven constantemente acosadas por la Seguridad del Estado, que mantiene un cerco policial constante en su vivienda.
De acuerdo con una imagen publicada por Lobón, actualmente en los bajos de la casa que deberán abandonar se encuentran dos patrullas policiales. La población cubana, que debe esperar horas por una ambulancia, se cuestiona cada vez con más frecuencia el uso de recursos y autos policiales para el acoso contra mujeres activistas pacíficas.
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