El Parlamento Europeo condenó este jueves al gobierno cubano por el aumento de la represión, tras el estallido popular del 11 de julio.
Con 426 votos a favor, 146 en contra y 115 abstenciones, la Eurocámara avanzó hacia la imposición de sanciones a los responsables de violaciones de derechos humanos, a través de la “Ley Magnitsky”, uno de los puntos mas significativos de la resolución, calificada de histórica por medios diplomáticos y de comunicación europeos.
"Europa no ha alcanzado aún un acuerdo sobre la crisis en Afganistán, pero ha generado consenso en torno a las violaciones de derechos humanos en Cuba", dijo el abogado cubano residente en España, Ernesto Gutiérrez Tamargo, miembro del Consejo para la Transición, que ha seguido de cerca el proceso negociador entre los partidos políticos con representación parlamentaria en Bruselas.
La Ley Magnitsky permite a Europa sancionar a ciudadanos extranjeros por actos en contra de los derechos y la dignidad humanos y por corrupción a gran escala. Las sanciones pueden ser económicas o migratorias. De esta forma, el Acuerdo de Diálogo Político y de Cooperación con Cuba firmado en 2016 pende de un hilo, en tanto, descansa en el respeto a las libertades fundamentales.
Esta es la segunda moción de condena a La Habana tras las protestas de julio y la tercera en un periodo de tres meses. Un mes antes del 11J, los eurodiputados habían aprobado condenar las violaciones de derechos humanos en Cuba, tras la escalada represiva desde finales de 2020 que ha dejado un saldo de cientos de detenciones arbitrarias y desapariciones forzosas.
Durante la sesión plenaria, la vicepresidenta para América Latina en el Parlamento Europeo Dita Charanzová se pronunció a favor de “sancionar a los violadores de los derechos humanos y aplicar la Ley Magnitsky de la Unión Europea", mientras el eurodiputado Leopoldo López Gil advirtió que "el gobierno de Cuba no ha movido un ápice por el respeto de los derechos humanos”.
También, el representante de VOX en el PE Hermann Tertsch lanzó duras críticas al régimen de La Habana al que llamó “mafia comunista" y culpó por tener “postrada a Cuba en la indigencia”.
Hubo, en menor medida, políticos de izquierda que replicaron la narrativa del embargo como el causante de todos los males de los cubanos y otros que intentaron desviar el foco de atención hacia violaciones de derechos humanos en distantes geografías.
En cuanto al texto de la resolución, el consenso mayoritario recayó en su artículo primero que “condena en los términos más enérgicos la violencia y represión extrema ejercida contra los manifestantes, defensores de los derechos humanos, periodistas independientes, artistas, disidentes y líderes políticos de la oposición por parte del Gobierno cubano a raíz de las protestas del 11 de julio de 2021”.
En este punto, eurodiputados de todas las tendencias políticas, incluyendo socialistas, manifestaron su repudio a la represión desatada en las calles en contra del pueblo cubano tras el llamado al combate de Miguel Díaz-Canel el 11J.
Otras demandas del PE en la resolución fueron el fin de la represión, la liberación de todos los presos políticos y el respeto a los derechos humanos.
En su moción, la Eurocámara lamentó las pérdidas de vidas humanas y la intención de las autoridades cubanas por “criminalizar las legítimas y pacíficas demandas de democracia por parte de la ciudadanía”.
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