El artista cubano Hamlet Lavastida y su pareja, la poeta y activista Katherine Bisquet, llegaron este domingo a Varsovia, Polonia, procedentes de La Habana y tras una breve escala en Madrid.
Lavastida y Bisquet fueron desterrados por las autoridades cubanas, luego de que el artista permaneciera tres meses en un calabozo de Villa Marista, Centro de Instrucción de la Seguridad del Estado.
A su llegada al aeropuerto de Varsovia, Lavastida y Agnieszka Gratkiewicz, representante del Comité Polaco de Solidaridad con los cubanos, dieron declaraciones la la TV local en las que explicaron los detalles del caso.
"Fue un secuestro ordenado por el Gobierno", dijo Lavastida sobre su detención, mientras que Gratkiewicz explicó que el artista había sido amenazado con una pena de tres meses a cinco años de prisión por supuesta incitación a delinquir".
Otros importantes medios de ese país europeo, como la Gazeta Wyborcza, abordaron el caso e hicieron duras críticas a la represión del régimen cubano contra artistas y activistas.
Este sábado Lavastida fue conducido desde una casa de protocolo hasta la Embajada de Polonia en La Habana, "custodiado por más de una veintena de agentes". La Seguridad del Estado también llevó a Bisquet para que recibiera su visado polaco.
Al día siguiente, los condujeron directamente y por separado al aeropuerto. Bisquet no pudo siquiera despedirse de su familia.
"La policía política nos impuso el exilio de ambos como única opción para la excarcelación de Hamlet", explicó más tarde Bisquet en su página en Facebook, desde un lugar del espacio Schengen.
“Muy pronto, y luego de una breve recuperación, estaremos dando nuestros testimonios. Nada quedará impune. Cada acto de represión y cada vejación contra nuestras vidas tendrán traducción en una parte importante de mi literatura”, manifestó la poeta.
Lavastida, egresado del Instituto Superior de Arte (ISA) y con una importante obra reconocida por instituciones de todo el mundo, regresó a Cuba el pasado 20 de junio tras finalizar una residencia en la galería de arte Künstlerhaus Bethanien de Berlín. Después de cumplir el aislamiento obligatorio debido a la pandemia, fue detenido por agentes de la policía política.
Días después, trascendió que se le acusaba de "instigación a delinquir" por una presunta conversación de un chat del grupo 27N, en la que propuso marcar billetes bancarios con logotipos del Movimiento San Isidro y el 27N, algo que nunca llegó a realizarse.
La embajada de Polonia en Cuba deseó un “buen viaje” a Hamlet Lavastida, y dijo que espera que el cubano tenga la oportunidad de compartir con su hijo, después de haber estado varios meses en prisión sin el debido proceso legal.
Marcín Przydacz, viceministro polaco de Relaciones Exteriores, también se refirió en Twitter a Lavastida y tras agradecer las gestiones de los diplomáticos polacos en La Habana le dio la bienvenida a Varsovia.
El destierro de Lavastida y Bisquet ha suscitado numerosas reacciones, tanto de organizaciones como de personalidades cubanas y extranjeras.
La directora para las Américas de Amnistía Internacional, Erika Guevara Rosas, condenó duramente el exilio del artista cubano.
"El Gobierno de Miguel Díaz-Canel intercambia la libertad del preso de conciencia Hamlet Lavastida por su exilio. Fórmula empleada por otros gobiernos autoritarios para silenciar a quienes defienden los derechos humanos. Exigimos la liberación incondicional de cientos de personas presas de conciencia en Cuba", escribió en Twitter.
Las ONG PEN America y PEN International también se pronunciaron sobre el destierro del artista, considerado preso de conciencia por Amnistía Internacional.
"Su liberación es un momento de alegría y celebración para Hamlet, su familia y todos aquellos que han luchado por su libertad", dijeron en una declaración conjunta.
"Hamlet nunca debió haber sido encarcelado", declaró este domingo Romana Cacchioli, directora ejecutiva del PEN Internacional.
"Estamos jubilosos de que Hamlet sea finalmente libre para reunirse y pueda reunirse con su familia y comenzar a recuperarse de la terrible experiencia que ha experimentado durante los últimos tres meses", dijo Julie Trébault, el director de Artists at Risk Connection (ARC) en PEN America.
En el mismo sentido pronunció José Miguel Vivanco, director de las Américas de Human Rights Watch, para quien la expulsión de Lavastida y de su novia de Cuba es una violación de sus derechos humanos.
"Cuba es de los cubanos, no del régimen", aseguró Vivanco.
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