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Avanzando lo que caerá la economía cubana en 2021

La economía cubana registró un pésimo primer trimestre, no sólo porque la caída del PIB fue de un -13,9% con respecto al mismo período del año anterior sino porque se mantuvo la recesión que comenzó en el segundo semestre de 2019 y que ha reducido el PIB, como ya se ha señalado antes, un 9% con respecto al que había en aquel período.

Colas en La Habana (Imagen de referencia) © CiberCuba
Colas en La Habana (Imagen de referencia) Foto © CiberCuba

Este artículo es de hace 2 años

La Oficina Nacional de Estadística e Información de Cuba (ONEI) acaba de publicar en su página web un documento titulado “Producto interno bruto trimestral. Primer y segundo trimestres 2021, edición octubre 2021” que aporta datos para analizar si la economía cubana está saliendo de la crisis del COVID-19 y de la recesión en que se encuentra desde el tercer trimestre de 2019.

La publicación ofrece los datos del PIB trimestral desde el lado de la producción a precios constantes de 1997, en el primer y segundo trimestre de 2021. La metodología seguida para realizar estos cálculos está basada en el Manual de Cuentas Trimestrales del Fondo Monetario Internacional de 2001, por lo que los datos así obtenidos son comparables a nivel internacional y no pueden ser cuestionados en su elaboración.

Además, los cálculos son compatibles con el Sistema de Cuentas Nacionales 2008 trimestrales que proporcionan una información temporal sobre el comportamiento de la economía, inferior a un año, facilitando así la adopción de decisiones por los agentes económicos en el corto plazo. Anteriormente, la ONEI ya había publicado las cuentas trimestrales de 2011 a 2020, las revisadas de 2020, y ahora nuevamente las de 2021.

A tenor de lo expuesto, la ONEI anuncia que la economía cubana creció el PIB en el segundo trimestre de 2021 un 7,9%. Una tasa inferior al -13,9% registrado en el primero. Si el año acabase en este preciso momento, junio de 2021, el PIB de la economía cubana habría experimentado un descenso del -3%, que se tendría que agregar al -10,9% de 2020 (por la pandemia del COVID-19) y al -0,2% de 2019, de modo que en este período la economía cubana habría registrado un descenso acumulado que podría alcanzar un -14,1% en el corto plazo. Dicho de otro modo, se mantendría en recesión.

Remontar, logrando una cifra similar de crecimiento es el punto de partida para recuperar los niveles perdidos. Expuesto, en otros términos, desde el tercer trimestre de 2019, cuando la economía cubana entró en recesión (y ya van 7 trimestres consecutivos) el PIB ha experimentado un descenso del -9%. Superar ese declive no será una tarea fácil.

No obstante, de los datos publicados relativos a los dos trimestres de 2021 cabe extraer una serie de conclusiones.

Primera, que la economía cubana registró un pésimo primer trimestre, no sólo porque la caída del PIB fue de un -13,9% con respecto al mismo período del año anterior (que fue -3,9%), retrasando el efecto “rebote” sino porque se mantuvo la recesión que comenzó en el segundo semestre de 2019 y que ha reducido el PIB, como ya se ha señalado antes, un 9% con respecto al que había en aquel período.

Por actividades, se puede apreciar en qué ha consistido este deficiente resultado. Muy significativo ha sido el deficiente resultado del Turismo (hoteles y restaurantes) con una caída del -39,2% (que pierde la estacionalidad del turismo caribeño), seguido de la Industria del azúcar, con un -37,2% (en su momento de mayor actividad).

La caída del PIB en Educación, -26,7% obedece a la necesidad de aislar a la población por el rebrote del COVID-19, como significativa ha sido también la caída del Comercio, -21,4% y de la producción de alimentos (Agricultura, ganadería silvicultura) con un -20,4% respectivamente.

De las 19 actividades que desglosa la ONEI, solo 5 registraron avances del PIB en el primer trimestre, Pesca, con un 15,9%, Ciencia e innovación tecnológica, 7%, Explotación minas y canteras, 6,3%, Otras actividades de servicios comunales, 0,9% y la Construcción, un 0,1%. En todo caso, se trata de actividades que representan un 10,8% del PIB total, y que registran bajos niveles de producción susceptibles de pequeños cambios a corto plazo. Son se percibe un efecto arrastre sobre el conjunto de la economía.

Segunda, el crecimiento de la economía cubana en el segundo trimestre ha sido significativo, poniendo fin a la recesión de 7 trimestres que comenzó a mediados de 2019, pero no cabe hablar de “efecto rebote”, como ha ocurrido en otros países.

El dato registrado no supera el descenso del mismo período del año anterior. No obstante, salir de una caída del PIB de un -13,9% en el primer trimestre y remontar un 7,9% en el segundo indica que la economía cubana está creciendo de forma vigorosa, sin embargo, no logra remontar con datos interanuales el fuerte descenso registrado en el mismo período del año anterior y ello puede plantear dudas sobre el resultado final del ejercicio.

Conviene recordar que en el segundo trimestre de 2020 la economía cubana registró un descenso del PIB de un -20,5% la mayor caída registrada en la serie histórica desde 2011. Por lo tanto, pese a que la economía ha crecido en el segundo trimestre de 2021 un encomiable 7,9%, en realidad, aún se encuentra un 12,6% por debajo del PIB registrado en 2020.

El análisis por actividades muestra que de las 19 incluidas por ONEI en la estadística, 13 presentan signos positivos, algunas con resultados espectaculares, como se tendrá ocasión de exponer.

El mayor crecimiento tuvo lugar en el PIB de Educación, un 106% que apunta a la vuelta a la normalidad de las aulas, después de los cierres provocados por la pandemia. En este caso, la actividad educativa ha recuperado el nivel de 2020, ya que el aumento del segundo trimestre de este año, 106% ha sido superior a la caída del mismo período de 2020, que fue un -82,5%. No obstante, en los próximos trimestres este sector tiene un reto, ya que debe crecer por encima del 20% para remontar las cifras negativas de los trimestres tercero y cuarto de 2020 y primero de 2021.

Tras Educación, el PIB aumentó intensamente en Turismo (Hoteles y restaurantes) con un 42,9% en el segundo trimestre de 2021. La estadística confirma en este caso el rebote, ya que en el mismo período de 2020 el PIB cayó un -42,3% una cifra similar. Al igual que en Educación, habrá que prestar atención a cómo evoluciona el Turismo ya que para recuperar los niveles anteriores de tendencia deberá crecer por encima de un 33% de media.

En tercer lugar, destaca el aumento del PIB en Salud y asistencia social, 20,5%, en este caso sin efecto rebote ya que la caída del segundo trimestre de 2020 fue de un 24,6%. En los próximos trimestres el sector Salud deberá crecer por encima de un 5% para situarse en los niveles de anteriores a la crisis.

En cuarto lugar, Transportes, almacenamiento y comunicaciones ha registrado un crecimiento del PIB de un 12,5%, con la recuperación de la movilidad, cifra que supone rebote respecto al mismo período de 2020 cuando se produjo una caída del -7,8%.

Ciencia e innovación tecnológica, Construcción, Explotación minas y canteras, Suministro electricidad gas y agua, Comercio, Servicios empresariales, Administración pública, Cultura y deporte pasaron a registrar tasas positivas de crecimiento del PIB, pero solo Ciencia e innovación y Explotación minas y canteras recuperaron los niveles del segundo trimestre de 2020 con efecto rebote. El resto quedan por debajo y no cumplen el efecto rebote.

En el lado negativo, destaca, de nuevo, la Industria del azúcar que prosigue su dinámica negativa con una caída del PIB de un -40,1% todavía superior al del primer trimestre, y que deja muy mal parada a la cosecha de este año, por los problemas de todo tipo que gravitan sobre la misma, sobre todo de energía e insumos. Conviene recordar que en el segundo trimestre de 2020 la Industria del azúcar, con un crecimiento del PIB de un 15,5% actuó como un colchón que evitó un mayor hundimiento del PIB de la economía. En 2021, ese efecto no se percibirá.

Por otra parte, la Industria manufacturera experimentó una caída del -14% del PIB, por motivos similares al azúcar y continúa sin remontar la recesión en que se encuentra.

La Pesca que registró un buen dato en el primer trimestre casi pierde lo conseguido y disminuye su PIB un -12,1% superior al -2,1% del mismo período del año anterior.

De forma importante, la Agricultura con un descenso del PIB de un 6,7% refuerza su declive y las limitaciones de oferta que inciden en el aumento de los precios de los alimentos. Este sector ha decrecido un -20,1% desde el primer trimestre de 2020, y por ello, está muy lejos de recuperar los niveles anteriores, exigiendo esfuerzos muy destacados para cubrir la distancia.

¿Cómo se puede evaluar el desempeño trimestral de la economía? Hay varias formas de hacerlo. En este trabajo se utilizan las tasas de variación interanual del PIB por trimestres, desde 2011 hasta 2020, teniendo en cuenta que se trata de un período largo en el que se suceden numerosas situaciones coyunturales.

Cuadro 1.- Análisis del crecimiento interanual de la economía cubana

Posteriormente, se elaboran las tasas promedio del período 2011-20 utilizando tasas del primer semestre como si el ejercicio económico acabase en el mismo, y se presentan en la columna 1 del Cuadro 1. La segunda columna se elabora utilizando las tasas de crecimiento realmente producidas durante todo el ejercicio.

Con ellas se intenta obtener alguna medida de la tendencia de los distintos sectores de la economía en los dos periodos objeto de análisis temporal. Por ejemplo, en el Cuadro 1 el dato del total de la economía nos informa que entre 2011 y 2020 se obtuvo un crecimiento promedio del 3% en los primeros dos trimestres de cada año. Desde esta perspectiva se puede calificar los primeros semestres como favorables en términos de crecimiento. Esto se confirma si se calcula el promedio de crecimiento con tasas anuales en vez de semestrales, obteniéndose un 0,8% de media que aparece en la segunda columna.

Es decir, el primer semestre es, en promedio, 2,2 veces más expansivo que la media de todo el año, o, dicho de otro modo, la economía cubana tiende a crecer menos durante el segundo semestre de cada ejercicio. Esta es una de las ventajas de contar con datos trimestrales para el análisis. La mayor parte de sus sectores productivos así lo confirman.

De modo que si en 2021 se reprodujese el patrón interanual de crecimiento, los resultados de final de año serán inferiores al -3% que apunta el cálculo con datos trimestrales que aparece en el Cuadro 1. Por lo tanto, si se mantiene el diferencial de 2,2 puntos obtenido en el período 2011-20 se puede proyectar que el PIB acabaría el año 2021 con un -5,5% más cerca del -6% que del -5%, ahondando en el conjunto del año los efectos de la recesión que empezó en el segundo semestre de 2019. Revertir ese pésimo resultado es responsabilidad de las autoridades.

Los sencillos cálculos del Cuadro 1 permiten identificar que, perdido el efecto empuje de la Industria del azúcar en 2021, los esfuerzos de recuperación se deben concentrar en Agricultura, ganadería y silvicultura, la Industria manufacturera, el Comercio y la Construcción, sectores que podrían ejercer un efecto arrastre sobre el resto de la economía, por cuanto vienen a suponer más del 30% del PIB total y que en 2021 presentan resultados claramente inferiores a la tendencia del período 2011-20.

En suma, los datos ofrecen una visión agridulce del estado de la economía cubana, donde fallan de forma estrepitosa los motores internos, las políticas económicas se concentran en potenciar las actividades vinculadas al presupuesto estatal y, sobre todo, las dependientes recursos externos. Pero como parece evidente, este enfoque es inadecuado para lograr un efecto rebote que aleje las sombras de la recesión. El diagnóstico que cabe realizar de la economía en estas condiciones apunta a que las previsiones de corto plazo van a exigir un notable esfuerzo a los agentes económicos si se pretende recuperar los resultados anteriores a 2020, cuando comenzó la pandemia.

Hay que dar la bienvenida a estas cuentas trimestrales que para Cuba suponen una normalización con respecto a los aparatos estadísticos existentes en otros países, lo que permitirá realizar ejercicios de comparación, que siempre son positivos para saber qué hacer y cómo.

Anexo: Gráfico comparativo de la tendencia 1er semestre/tendencia anual

Datos para elaborar el Gráfico comparativo:

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Elías Amor

Economista, Miembro del Consejo del Centro España-Cuba Félix


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