La economía cubana ha perdido el 13 % de su Producto Interno Bruto entre 2020 y septiembre de 2021, "un impacto realmente duro" para el país, informó este miércoles el viceprimer ministro y titular de Economía y Planificación (MEP), Alejandro Gil.
En su comparecencia sobre la marcha de la economía ante el pleno de la novena legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular, el ministro culpó al recrudecimiento del embargo económico de Estados Unidos contra la isla y a los efectos de la pandemia de COVID-19.
Con relación a los ingresos en divisas, uno de los déficits crónicos de la economía cubana, Gil indicó que al cierre de septiembre se cuantifican unos 2.000 millones de dólares (el 60% del plan) y recordó que en 2020 el país dejó de ingresar 2.400 millones de dólares.
En el capítulo de las exportaciones, refirió que han representado unos 1.344 millones de dólares de bienes, un 68,7% del plan; mientras que las importaciones están en el entorno de los 5.800 millones de dólares (el 65%).
El ministro precisó que se destinaron a la adquisición de alimentos básicos 1.348 millones de dólares, cifra que consideró "muy por debajo de la demanda".
Los indicadores económicos de Cuba son cifras del propio Estado cubano, no se auditan en el exterior y son difíciles de contrastar, ya que el país no forma parte de organismos internacionales como el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Tal como ha detallado el economista Elías Amor, el gobierno ofrece los datos del PIB trimestral desde el lado de la producción a precios constantes de 1997, en el primer y segundo trimestre de 2021. La metodología seguida para realizar estos cálculos está basada en el Manual de Cuentas Trimestrales del Fondo Monetario Internacional de 2001, por lo que los datos así obtenidos son comparables a nivel internacional y no pueden ser cuestionados en su elaboración.
En su informe, Gil también citó incumplimientos en las ventas de dos de los principales bienes exportables cubanos: el tabaco (91% del plan), por problemas vinculados con la COVID-19" y la paralización de algunas fábricas, y en el caso del ron (86% del plan) dijo que han existido "problemas de demanda en el mercado internacional".
En cuanto al níquel, uno de los principales rubros exportables de la isla, afirmó que aunque su precio en el mercado internacional está por encima de lo previsto, el país no ha alcanzado "los niveles de producción física planificados".
El ministro explicó que el plan de ventas en el exterior no tomó en cuenta los impactos que provocaría la pandemia, sobre todo en el sector del turismo.
Antes del coronavirus, el turismo representaba la segunda fuente oficial de ingreso de divisas -solo por detrás de la venta de servicios profesionales al exterior- y aportaba en torno al 10 % del PIB de la isla.
De acuerdo con datos de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI), de enero a junio de 2021, el país recibió 114.460 turistas internacionales, lo que supone una caída del 88,3% si se compara con los 985.199 visitantes internacionales del primer semestre de 2020.
Con resultados favorables el ministro mencionó las exportaciones de miel, los productos biofarmacéuticos y los servicios de telecomunicaciones, dominados por el monopolio estatal ETECSA.
El funcionario también calificó de "muy compleja" la situación de la producción de alimentos, debido al déficit de insumos, combustibles, piezas y equipamientos, así como problemas organizativos.
Precisó que en casi todos los renglones de este rubro hay incumplimiento, y en ese sentido citó el arroz, maíz, frijoles y la leche, con 63 millones de litros por debajo de lo previsto.
En el caso de la carne bovina, "es posible que se pueda cumplir el plan previsto, mientras está muy por debajo de lo planificado la producción de carne de cerdo", afirmó.
También hay un gran incumplimiento en la producción nacional de huevos, debido a afectaciones en la importación de maíz.
“Estamos viviendo en el mundo un desorden en la logística internacional. Ahora mismo tenemos miles de contenedores, incluso pagados, de mercancía internacional que no han podido llegar al país, influido por la COVID-19 y también por el bloqueo”, comentó el ministro.
“Cuando ese barco se retrasa hay afectaciones a la disponibilidad”, declaró.
Tampoco se cumplió la producción de cemento (80% del plan), mientras que la de acero está "muy afectada" (52%), según explicó como "resultado de las medidas que hemos ido tomando para reducir el consumo energético en esas industrias".
En el caso de la generación de energía, el titular de Economía dijo que se espera cerrar el año con unas 3 millones de toneladas de crudo y gas de producción nacional, 90.000 toneladas por encima del plan previsto, pero indicó que han atrasado determinados mantenimientos e inversiones en esa área.
La generación de electricidad ha presentado serias dificultades desde hace meses atribuidas a roturas constantes en las termoeléctricas y falta de piezas para los mantenimientos requeridos por esas instalaciones -en muchos casos de larga explotación- lo que ha provocado apagones y molestias entre la población.
El viceprimer ministro informó que 541 empresas estatales reportan pérdidas (el 30% del total) y estimó necesario "hurgar en todo lo que tiene que ver con la gestión, la organización y las oportunidades de aprovechar esa demanda solvente del país". La cifra supera a las 488 empresas con pérdidas declaradas en un balance previo.
Gil dijo, además, que se mantendrán como prioridades el control de la inflación (de la que no ofreció cifras), la recuperación del sistema eléctrico y energético nacional, y la atención a las personas vulnerables.
Recientemente, fuentes oficiales corrigieron a la baja la aspiración de crecimiento económico de la isla de este año, anunciada en un 6%, y la dejaron en un 2,2 % debido a los efectos de la pandemia, la escasez de oferta, la inflación y las sanciones de EE.UU.
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