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La Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, la Sra. Michelle Bachelet, fue informada el pasado 4 de noviembre de la decisión de la sociedad civil cubana de realizar la Marcha Cívica por el Cambio en Cuba el próximo 15 de noviembre.
En una carta enviada a la Sra. Bachelet, la recién creada Comisión de apoyo a los manifestantes del 15 de noviembre en Cuba, le hace saber la voluntad de los ciudadanos cubanos de ejercer pacíficamente su derecho de manifestación, así como la desprotección de estos frente a la lógica represora del régimen cubano.
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Llamando su atención sobre el clima represivo que las autoridades del país vienen intensificando, la Comisión de apoyo a los manifestantes solicitó el concurso de la Sra. Bachelet para que la Organización de Naciones Unidas (ONU) mantenga el foco sobre los acontecimientos en Cuba durante los próximos días.
En su misiva, la Comisión denunció la represión a la que están siendo sometidos los promotores de la Marcha, así como un nutrido grupo de seguidores de la plataforma Archipiélago que han expresado públicamente su apoyo a la manifestación del 15N, y que por ello son “víctimas de estigmatización, acoso y represión, pública y personal”.
Se trata, según la Comisión, de “una limitación de derechos que no es insignificante. Y que se suma a la existencia de más de 1000 personas detenidas y/o procesadas por las protestas del pasado 11 de julio. En algunos casos, menores de edad y madres jóvenes, a los que se acusa con penas de muchos años de cárcel”.
La misiva también fue entregada a Tom Haek, funcionario de la Comisión para los DDHH de la ONU encargado de supervisar la situación en Cuba y otros países. En ella, la Comisión de apoyo a los manifestantes del 15N explicó la situación de bloqueo que ejerce el régimen sobre los cubanos que quieren ejercer sus derechos civiles y políticos, que forman parte del régimen internacional de los derechos humanos fundamentales y universales.
Utilizando todos los poderes que concentra sin independencia alguna, las autoridades cubanas bloquearon los canales legales a los que recurrió la sociedad civil para ejercer su derecho de manifestación, violando lo estipulado en la propia Constitución del régimen totalitario.
En ese sentido, la Comisión recordó a la Alta Comisionada de la ONU el carácter universal e indivisible de los derechos humanos, así como “su protección y condena cuando son vulnerados”. Un recordatorio pertinente, según la Comisión de apoyo a los manifestantes, teniendo en cuenta que el trato diferenciado que recibe el caso cubano en los organismos internacionales, “lo cual significa considerar a Cuba en el mismo nivel de otros países que han merecido especial seguimiento de vuestra Oficina y Persona”.
“En el futuro inmediato –alertó la Comisión- frente a los ciudadanos de nuestro país solo queda la Jornada convocada; también la posibilidad de ser apartados y excluidos del país mediante el ostracismo, la cárcel o el destierro. La justificación gubernamental para hacerlo ya está declarada: consideran que no hay derechos para quienes se oponen al modelo político imperante en Cuba”.
Frente a la arbitrariedad del régimen de La Habana y sus constantes llamados a una anacrónica violencia “revolucionaria”, los activistas de la sociedad civil cubana reclaman la atención de la Sra. Bachelet y solicitan su apoyo “para detener la represión en Cuba y proteger a los ciudadanos que pretenden manifestarse pacíficamente en la Isla el próximo 15 de noviembre”.
Frente a “la política de asedio y represión que están viviendo quienes persisten en el derecho a tener derechos en Cuba”, la Comisión de apoyo a los manifestantes del 15N apela a la Alta Comisionada para ser escuchada y demanda un foco especial del organismo que esta dirige sobre los acontecimientos en Cuba.
La misiva, a la cual se adjunta el primer informe sobre represión en Cuba emitido el 31 pasado, concluye reiterando la solicitud de acompañamiento de la Alta Comisionada, para evitar la continuidad de la violencia institucional y que los cubanos puedan ejercer su legítimo derecho a manifestarse pacíficamente.
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