La policía política cubana detuvo este sábado en Santa Clara, provincia de Villa Clara, al rapero y activista Omar Mena, uno de los promotores de la marcha cívica del 15 de noviembre, a solo un día de haber sufrido otro arresto.
Su esposa, Leidy Laura Hernández, denunció la arbitrariedad en redes sociales, asegurando que Mena simplemente había salido de su casa a comprar alimentos. Hernández trasmitió un video donde encara a los agentes, preguntándoles la causa del arresto, a lo cual no contestan.
“¿Ahora cuál es el motivo de que se lo lleven? ¿Por qué se van a llevar la moto también?”, inquiere mientras los oficiales, vestidos de civil, sacan los alimentos del vehículo y lo trasladan, sin responder a las interrogantes de la activista.
“No hay que hablar nada, se lo llevan y ya, no hay que dar ningún tipo de explicación por eso. Él no ha hecho nada, fue a buscar los mandados y viene para su casa porque tenemos que comer”, reclama Hernández. “Mira lo que ustedes hacen, les debería dar vergüenza”, agrega al tiempo que los represores se marchan con la motocicleta y los alimentos.
El viernes, Omar Mena y el activista Víctor Ruiz fueron detenidos igualmente en Santa Clara, donde residen, y conducidos a Instrucción Penal. “Acaban de detenerlos de forma arbitraria sin ninguna justificación. ¡Qué viva Cuba Libre!”, denunció Hernández.
“El carácter de su detención es eminentemente político”, señaló Saily González, también promotora del 15N, en una publicación en la que recordó que ambos detenidos “son padres de dos niños y son el único sustento de sus respectivas familias”.
Mena había compartido el miércoles una foto en Facebook mostrando un corte de cabello en el que se podía leer claramente "15N". A finales de octubre, Mena aseveró que no abandonaría su decisión de salir a manifestarse en la fecha señalada, porque "la libertad no se mendiga".
Según comentó, había sido citado por las autoridades, las cuales le advirtieron que podía estar incurriendo en varios delitos de seguir insistiendo en la manifestación. Activistas, opositores, periodistas y artistas independientes permanecen bajo el acoso de la Seguridad del Estado a medida que se acerca el día de la Marcha Cívica por el Cambio, impulsada desde la plataforma Archipiélago en redes sociales
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