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Realizan acto de repudio a Miryorli García, coordinadora de Archipiélago

Tuvieron que traer un camión de personas porque los vecinos dijeron NO al acto de repudio, según denuncias.


Este artículo es de hace 2 años

A la activista y moderadora de la plataforma ciudadana Archipiélago, Miryorli García, la Seguridad del Estado le organizó un acto de repudio en la puerta de su casa en El Cotorro para impedir que fuera a marchar este 15N.

El periodista independiente Manuel de la Cruz documenta en su perfil de Facebook el acto de hostigamiento contra García para el que, aseguró, “trajeron un camión con personas, pues los vecinos dijeron NO”.

De la Cruz igual denuncia en su publicación la presencia de uno de los represores de la Seguridad del Estado, quien se presenta como el Teniente Coronel Camilo, que lo filmaron “en primera plana del video, con pullover rojo”, observando cómo una turba de personas saltaban y gritaban en la puerta de la casa de la activista con una música estridente.

“Cuadra bloqueada por ambos lados para impedir la entrada. Asco de país. Asco de sistema. El 15N es un discurso ya”, apuntó, además.

Por su parte, la activista en su perfil de Facebook detalló que en horas de la tarde del domingo “un grupo de personas se posicionaron frente a mi casa con banderas y carteles progobierno para armar un acto de repudio”

Narró, además, que “la mayoría de mis vecinos no se sumaron” y que “Cuba puede cambiar si enfrentas la mentira y el odio o simplemente te niegas a ser cómplice de una injusticia o un acto de violencia física o verbal”

“Gracias a quienes dicen no, a quienes han reconocido valiente y públicamente mis valores y no se han sumado a la difamación y el escarnio”, apuntó la joven activista, a quien las autoridades continuaron hostigando y vigilando desde el Consultorio del Médico de la Familia, ubicado frente a su vivienda.

Ese día también vio como los agentes de la Seguridad del Estado alentaron a “un hombre totalmente ebrio que llevaba en sus manos una botella de cristal, que me gritara ofensas como gusana y mercenaria”.

“Mi esposo tuvo que ayudarme a recoger rápido todo ante la amenaza de aquella persona y gritarles que daban vergüenza y que si lanzaba aquella botella ellos eran los responsables, mientras quienes habían alentado al borracho miraban sonrientes desde la acera del frente”, detalló en su denuncia.

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