El opositor cubano José Daniel Ferrer habló por teléfono con su esposa, la doctora y activista Nelva Ortega Tamayo, y le confirmó que su salud sigue muy afectada.
El líder de la Unión Patriótica de Cuba aseguró que le han impedido hacer las llamadas que le corresponden "para evitar que se sepa que la tortura psicológica y de carácter físico continúa, sigo con fuertes dolores de cabeza, insoportables".
"Mi situación sigue bastante difícil, mi salud está bastante afectada, bastante deteriorada", dijo Ferrer.
El opositor, preso desde el pasado 11 de julio cuando intentó unirse a las manifestaciones en Santiago de Cuba, explicó que sufre fuertes dolores de cabeza, zumbido permanente en los oídos, escalofríos, parálisis momentánea de las manos y sangrado por la boca, además de un frío constante en el cuerpo.
"Pero acá continuaré resistiendo mientras pueda", aseguró. "Continuamos luchando, y con la gracia de dios, resistiendo".
Ferrer aprovechó la llamada también para enviar un mensaje a todos los cubanos: "Un fuerte abrazo para todos mis hermanos y todo el pueblo de Cuba, juntos podemos alcanzar la libertad, la democracia y el bienestar de todos los cubanos. Mientras más unidos estemos todos, olvidando pequeñas diferencias, más fuertes seremos".
En el momento de su detención, Ferrer se encontraba delicado de salud, debido a una úlcera gastroduodenal sangrante y los problemas renales que padece producto de las huelgas de hambre que ha sostenido en protesta contra el gobierno. El líder opositor es uno de los 187 casos de desaparición forzada presentados por Prisoners Defenders.
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