Luego de varios días de denuncias sobre su supuesta complicidad con el músico cubano Fernando Bécquer, acusado públicamente por varias mujeres de abuso sexual, el cantautor Mauricio Figueiral publicó en redes sociales una extensa declaración "de principios y finales" en la que sostuvo que creía en todos los testimonios de las víctimas y aseguró que no estaba al tanto de "los detalles" de la "vida íntima sexual" de su amigo.
"Los cinco testimonios de las mujeres que denuncian haber sufrido agresiones sexuales en su contra, más los nuevos testimonios que puedan aparecer, deben ser tomados en cuenta por las instituciones capacitadas para tratarlos con toda la seriedad que conllevan y tener el curso legal correspondiente como ya está ocurriendo. No importa cuál es el medio por el que se hayan hecho públicos estos testimonios. Lo importante es abordar y esclarecer el tema tan sensible que tratan", expresó, a propósito del reportaje que publicó el pasado 8 de diciembre la revista independiente El Estornudo.
Figueiral insistió en que no quiere dejar "el más mínimo lugar a dudas" de que él condena y repudia profundamente "cualquier acto de abuso o violencia física, psicológica y moral que se infrinja contra ser humano alguno, y en especial contra las mujeres y las niñas".
"La violencia de ninguna índole ha formado parte jamás de mi vida personal ni profesional", precisó.
El trovador sostuvo que él sí le cree a Liliana H. Balance, una de las primeras cinco mujeres que denunció a Bécquer en el reportaje de la Revista El Estornudo, así como "a cada una de las mujeres que han dado y darán sus testimonios". No obstante, hasta el momento, el acusado niega haber abusado de alguna mujer y calificó como "calumnias" las historias de sus víctimas.
"No soy capaz de imaginar el valor que se necesita para reabrir y exponer heridas tan graves. Creerles no significa que no considere sumamente importante y necesario que se conozcan también los testimonios de Fernando Bécquer, a quien he presionado una y otra vez tanto de manera personal como pública, para que de el frente a estas acusaciones y asuma las consecuencias que conllevan. Hasta el momento de escribir esta nota, él no lo ha hecho", señaló.
Mauricio Figueiral explicó que, si bien su amiga Liliana H. Balance le contó su experiencia de abuso sexual, él no se sintió con el derecho a realizar una denuncia sin su consentimiento, pero que desde que supo lo que le había pasad alertó a "cuanta amiga y conocida tuvimos en común Fernando Bécquer y yo de que no aceptara exceso de confianza de ningún tipo, a menos que estuviera interesada en él como hombre".
"Basándome en lo antes expuesto entonces acepto que SÍ soy cómplice, pero cómplice de ella (de su amiga), quien me eligió como su confidente. Quiero reconocerle públicamente la valentía de ser la primera en dar a conocer su testimonio como un ejemplo para que otras mujeres encontraran la fuerza necesaria para secundarla. Creo que ni Liliana tenía idea de la magnitud que esta decisión suya iba a alcanzar en el estremecimiento de toda una sociedad que necesita formarse y comprometerse con la defensa de estos temas de género", agregó.
Acerca de su relación con Fernando Bécquer, informó que se conocieron en la Escuela Vocacional Vladimir Ilich Lenin, cuando él tenía 16 años, y Bécquer fue a allí a cantar con otros trovadores de su generación. "Hemos sido amigos desde entonces, pero ser amigos no implica de ninguna manera que yo tenga que conocer los detalles de si vida íntima sexual", consideró.
"Yo supe hace 17 años la experiencia de la que fue víctima Liliana, quien tampoco me contó los detalles explícitos, tal vez por vergüenza. Eso detalles solo han salido a la luz a partir de estos testimonios. Y en estos días tan duros se me han acercado otras amigas y exparejas mías que no me cabe en la cabeza cómo es posible que Fernando también haya mancillado", reveló.
Figueiral aseveró que, en reiteradas ocasiones, tanto en persona como por teléfono, ha exigido a su amigo que aclare que él no ha tenido "participación ninguna ni conocimiento de los detalles de sus intimidades sexuales", pero hasta ahora Bécquer no ha cumplido con esa exigencia. Algo que Figueiral catalogó como "un acto de traición hacia mi persona".
Además, pidió disculpas a su amiga "por todo lo que haya hecho o dicho mal en los largos años de amistad que llevamos" y por su posición "tan poco comprometida como artista y como ser humano hasta ahora respecto a la lucha por los derechos de las mujeres y las niñas".
"Acepto que soy un ignorante en estos temas. Hay demasiados modos de violencia implícito en el machismo estructural que existe en este país del cual mi conducta no ha estado exenta", reconoció.
Por último, el músico exhortó a la ciudadanía cubana a sostener en el tiempo el mismo interés y participación que ha mostrado desde que salieron los primeros cinco testimonios contra Bécquer a la luz. A su juicio, "el activismo social sistemático es el único que puede prevenir que alguien sufra nuevas experiencias como estas".
"Doy gracias de corazón a todas las personas que durante estos largos días me han ofrecido su apoyo y su confianza en que no he tenido nada que ver con estos abusos. Realmente se los agradezco pero no soy yo quien necesita apoyo ahora. Son ellas que están librando una batalla contra siglos de maltrato", concluyó.
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