La aerolínea TUI fly Belgium prevé reconectarse con Cuba todas las semanas a partir del próximo 24 de diciembre e incrementar en abril a dos los vuelos entre Bruselas y La Habana.
Maarten Cooreman, jefe de Desarrollo de Aviación, Planificación de Vuelos y Relaciones Públicas de la compañía, se reunió con funcionarios cubanos en Bélgica para precisar los planes de vuelo, de cara a la actual temporada turística, según reseñó la Prensa Latina.
Los vuelos regulares que se retomarán esta semana tienen como destino Cancún, México, pero harán escala en La Habana y el balneario de Varadero.
La representación de la aerolínea explicó que se podrán vender dos tipos de boletos "siempre en función de la demanda", por tanto, los clientes podrán comprar solo el pasaje o un paquete turístico, que incluye además hotel y transfer.
El precio de los pasajes entre Bélgica y La Habana es de más de 1,200 euros, ida y regreso, por persona. Para este mes está programado un vuelo a la capital cubana el 24 y el 31 de diciembre, mientras que a Varadero solamente el 28, según los datos publicados en la web de la aerolínea.
TUI fly Belgium es una aerolínea con sede en Ostende, Bélgica. Opera vuelos regulares y chárter, forma parte de una de las flotas turísticas más grandes de Europa y junto con otras cinco aerolíneas forma la alianza virtual TUI Airlines. Además, tiene con una flota de 27 aviones, que vuela en 187 rutas, desde y hacia más de 100 aeropuertos.
Tras la disminución de casos positivos de coronavirus en Cuba y el incremento de personas inmunizadas con una de las tres vacunas desarrolladas por la industria farmacéutica de la isla, siempre según las estadísticas oficiales, se decidió reabrir el país al turismo internacional, cumpliendo ciertos protocolos de sanidad.
Con el paso de los días aumentó la cantidad de vuelos regulares entre Cuba y el resto del mundo y más visitantes foráneos se hospedan en instalaciones hoteleras estatales, como principal fuente de ingresos de la dictadura.
Aunque algunos expertos vaticinan que no será una temporada turística similar a la de otros años, a causa de las restricciones que impone la pandemia, el gobierno de la isla apuesta por la presencia de turistas para garantizar la entrada de divisas en las arcas estatales.
Para contrarrestar el discurso oficial, cubanos en el exilio apoyan una campaña de boicot a instalaciones hoteleras de la isla, con reseñas negativas que muestran la realidad de los ciudadanos dentro del país y la falta de derechos y garantías que estos tienen.
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