Madres cubanas denunciaron al gobierno del país por reducir las visitas familiares a los manifestantes del 11J, lo que además constituye una violación de los derechos constitucionales y humanos de estos presos políticos.
Una de ellas, Migdalia Gutiérrez, madre de Brusnelvis Adrián Cabrera Gutiérrez, trabajador por cuenta propia enjuiciado el 16 de diciembre y con petición fiscal de 15 años de privación de libertad, dijo que las medidas de régimen podrían incluso llegar al punto de impedirles a ellas el encuentro con sus hijos.
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Condenó también el tratamiento diferenciado que reciben los detenidos del 11J, a quienes solo les permiten la visita de un familiar, mientras que a los presos comunes, le autorizan hasta dos y tres personas. En entrevista con CiberCuba, contó que a su hijo lo pusieron a escoger entre el encuentro con ella y con su esposa.
Por su parte María Luisa Fleita Bravo, madre de Rolando Vázquez Fleitas, recluido y sentenciado a 21 años de privación de libertad, explicó que tuvo una discusión con un guardia de la prisión que le dijo que su hijo sería tratado como un preso común y en la práctica es mentira, pues tienen muchos menos derechos que los verdaderos delincuentes.
Las dos madres, residentes en La Güinera, reclamaron que tampoco permitían al sacerdote Kenny Fernández Delgado visitar a sus hijos para ofrecerle acompañamiento y solidaridad religiosa, necesaria para ellos en estos momentos tan difíciles.
Migdalia explicó también que la injusticia es tan grande que hasta limitan las llamadas telefónicas a la familia. Cuando más les permiten hablar por cinco minutos y eso apenas alcanza para decir las cosas importantes, para saludar a todos y pedir las cosas que necesitan en la prisión. “De hecho a veces si tiene dos días o más sin llamarme”, agregó.
Asimismo señaló que de visita en visita, vive con ese miedo a las nuevas medidas, a las cosas que le puedan hacer a sus familiares en esos recintos. Esperan siempre recibir malas noticias cada vez que suena el teléfono o cuando las dejan ir a la cárcel, pues el régimen es capaz de todo para reprimir a los manifestantes.
Según una actualización publicada recientemente por la plataforma Justicia 11J, desde las protestas antigubernamentales se han registrado la detención de 1,377 personas, de las cuales 727 continúan encarceladas, incluidas 70 mujeres y 15 menores de edad. Asimismo, explicaron que más de 361 cubanos han sido juzgados en procesos sumarios y ordinarios por participar en el estallido social.
Los familiares de estos presos, sufren también amenazas y violencia por parte del régimen, por reclamar libertad y justicia. En diciembre de 2021, la propia María Luisa dijo que no dejará de luchar por el excarcelamiento de su hijo, pues él no es ningún delincuente y no merece estar encerrado.
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