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La organización no gubernamental (ONG) YoSíTeCreo en Cuba emitió este lunes una declaración en relación con dos casos mediáticos de presunta violencia de género, cuya investigación podría haber incurrido en desprotección de las víctimas por parte de autoridades cubanas y argentinas.
Se trata del caso de la cubana Mavys Álvarez, quien alega haber mantenido relaciones sexuales con el fallecido astro del fútbol, Diego Armando Maradona, cuando ella todavía era menor de edad.
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Una denuncia presentada ante los tribunales argentinos por la ONG Fundación por la Paz y el Cambio Climático a nombre de Álvarez y que buscaba esclarecer una serie de supuestos delitos cometidos en 2001 -cuando Álvarez fue llevada en extrañas circunstancias a Argentina y permaneció retenida durante dos meses y medio-, no ha prosperado y los acusados quedaron libres sin cargo.
El otro caso recogido por YoSíTeCreo (YSTC) en Cuba en su declaración es el del trovador cubano Fernando Bécquer, quien fue expuesto por el testimonio público de varias jóvenes cubanas que lo denunciaron por presuntos actos de violencia de género.
Aunque las autoridades cubanas no se han pronunciado oficialmente sobre este caso, el trovador Ray Férnandez –amigo del supuesto abusador sexual-, aseguró en redes sociales que las acusaciones contra Bécquer “no habían procedido por ‘incongruencia en los testimonios’ y que ‘incluso algunas incurrieron en falso testimonio’”, indicó la ONG
Sin embargo, una de las presuntas víctimas y denunciante del trovador -al que varias mujeres señalan como un “depredador sexual”-, aseguró “que el proceso legal sigue en investigación”.
Ante estos casos, cuyo curso en diferentes administraciones de justicia parece haber tropezado con dificultades derivadas de la falta de un adecuado enfoque de género, YSTC en Cuba insistió en “cuestiones reiteradas por el activismo feminista respecto a la justicia de género”
“Muchos de los hechos de abuso sexual y violencia de género son difíciles de probar, y más si lo hace un sistema tradicional de justicia; por eso se insiste en la necesidad de leyes y procesos judiciales sensibles a género”, señaló la ONG cubana.
Asimismo, subrayó “la importancia del activismo, los debates públicos y las lecciones aprendidas de estos dolorosos procesos, además de la acción política por cambios que garanticen la protección de las víctimas”. El hecho de que los tribunales desestimen casos como los mencionados, “no significa que no existieron los delitos ni los abusos”, indicó.
La organización llamó la atención sobre el papel jugado por el Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad de Argentina en el caso de Álvarez. Más allá de las personas involucradas en su denuncia, YSTC en Cuba pidió a dicho ministerio que investigue qué papel jugaron las “autoridades migratorias argentinas y otros funcionarios que pudieran estar asociados a posibles delitos”, relacionados con el caso.
Admitiendo que las autoridades cubanas de migración y otros ámbitos también deberían ser investigadas en el caso de Maradona y la cubana Álvarez, la ONG reconoció que la naturaleza del régimen cubano impide encausar acciones como la realizada por la ONG argentina.
“Llama la atención el silencio respecto al caso de Bécquer del Ministerio de Cultura y otras entidades, que deberían como mínimo declarar que trabajan para crear espacios seguros y libres de violencia”, denunció la organización que brinda acompañamiento, asesoramiento legal, atención psicológica y apoyo social a mujeres en situación de violencia machista.
La falta de preparación de los “operadores del derecho” en temas de violencia de género conduce a la revictimización de las mujeres, además de otras prácticas lesivas para la reparación de las víctimas. La falta de transparencia agudiza aún más la situación de desamparo legal.
En ese sentido, YSTC en Cuba resaltó la importancia de que las autoridades informen a la población del estado de procedimientos de interés público. En el caso de Bécquer, preguntó “¿por qué no sabemos si tiene medidas cautelares mientras dure la investigación?”
“¿Por qué todavía se le encuentra en sus funciones como cantautor en espacios oficiales y otros a través de los cuales accedía a las supuestas víctimas? ¿Por qué no tenemos una información oficial mínima sobre cuántas personas lo han acusado formalmente y por qué delitos se han aceptado esas denuncias?”, añadió.
Las carencias legales e institucionales y la falta de transparencia “facilitan que personas como Ray Fernández realicen comentarios con informaciones aparentemente ‘veraces’ que enrarecen el proceso, revictimizan y buscan desestimular que más mujeres denuncien”, indicó la ONG.
“Las dos situaciones vuelven a ponernos frente a la desprotección que sufren las personas afectadas por la violencia de género y sus causas sistémicas, también del desamparo cuando el Estado es agresor o cómplice”, concluyó YSTC en Cuba, llamando “a las instituciones implicadas a cumplir con su rol” y al activismo de la sociedad civil “para que estos hechos no queden en el olvido, se imparta justicia y reparación, y que sirva para que sea efectiva la protección de niñas, niños y mujeres”.
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