IKEA interrumpe sus operaciones en Rusia y Bielorrusia

La compañía sueca IKEA, especializada en productos para el hogar, anunció este jueves la interrupción de sus operaciones en Rusia y Bielorrusia, debido a la invasión militar llevada a cabo por el gobierno de Vladimir Putin a Ucrania.

"La devastadora guerra en Ucrania es una tragedia humana, y nuestra más profunda empatía y preocupación están con los millones de personas afectadas. Las acciones inmediatas de Inter IKEA Group e Ingka Group han sido apoyar la seguridad personal de los compañeros de trabajo de IKEA y sus familias, y continuaremos haciéndolo", afirmó en un comunicado.

IKEA explicó que el conflicto ha generado graves interrupciones en la cadena de suministro y las condiciones comerciales y, su medida de ahora, significa una suspensión de todas las entregas de todos los subproveedores a estas unidades.

"Estas decisiones tienen un impacto directo en 15,000 colaboradores de IKEA. Las ambiciones de los grupos empresariales son a largo plazo y hemos asegurado empleo y estabilidad de ingresos para el futuro inmediato y brindamos apoyo a ellos y sus familias en la región", precisó.

La empresa advirtió que, en conjunto con organizaciones humanitarias, han puesto en marcha varias iniciativas para asistir a las personas afectadas con ayuda de emergencia en las regiones más necesitadas.

La Fundación IKEA, financiada por la Fundación Ingka, realizará una donación inmediata de 20 millones de euros para asistencia humanitaria a quienes han sido desplazados por el conflicto. Esto es en respuesta a un llamamiento de emergencia de ACNUR (Agencia de la Organización de Naciones Unidas para los Refugiados) para ampliar su asistencia y protección a las víctimas.

"Además, Inter IKEA Group e Ingka Group otorgarán inicialmente 10 millones de euros cada uno para brindar apoyo en productos y otra asistencia a ACNUR, Save the Children y otras organizaciones que trabajan en los mercados locales", aseguró.

El diario El País señaló hoy que la exclusión de algunos bancos rusos del sistema de pagos SWIFT, el cierre por la Unión Europea y Canadá de su espacio aéreo, y el efecto de las sanciones internacionales, más el desplome del rublo, han causado que varias empresas juzguen demasiado alto el riesgo reputacional y financiero de seguir en Rusia.