Si Jazz Vilá está cerca, no pasa desapercibido. Y lo mismo ha pasado con su obra teatral "Farándula", de las más exitosas de la escena cubana, tanto por el número de espectadores que ha convocado como por el de funciones que ha realizado. Pero todo llega a su fin. Incluso "Farándula".
Ahora, mientras el actor y director cubano ha retomado su popular papel de La Tati en las calles de Miami y es uno de los anfitriones de "El Jelengue", donde es vestido desde este miércoles por la marca Hugo Boss, en La Habana su obra presenta sus últimas funciones.
No obstante, desde la Ciudad del Sol, Vilá está pendiente de cada detalle de la puesta en escena. Según explica en exclusiva a CiberCuba, quedan unas diez funciones antes de cerrar el capítulo final de la "Farándula" de Jazz Vilá Projects, por lo que serán las últimas oportunidades de verla.
En ese sentido, Vilá ha puntualizado que la última función, la número 200, será el próximo 23 de abril.
Para esta temporada de la obra, que cumplió cuatro años hace apenas unos días, Jazz Vilá Projects ha posibilitado que el público pueda reservar sus entradas por teléfono o a través del perfil de Instagram de la compañía, y pagarlas el día que asista al teatro.
La compañía, de acuerdo con lo que ha recalcado Vilá, no solo busca el desarrollo de la puesta en escena y del teatro, sino los mecanismos para mejorar el acceso del público al teatro, como una opción primera dentro del entretenimiento, que le permita “desconectar de una realidad tan dura y difícil”, y de momentos “tan caóticos como los que está viviendo el mundo”.
Sin embargo, "Farándula" es una obra que ha evolucionado porque cada una de sus temporadas se ha adaptado al contexto del momento. Durante la pandemia, incluso se pasó al espacio online. “Está prácticamente viva porque sus personajes son universales y la historia es atemporal, por lo que bebe mucho de lo que está pasando a su alrededor. Ahí está el gran éxito de esta obra que ya se despide finalmente y es una de las cosas que más la gente agradece”, ha dicho su creador.
En su última temporada se ha actualizado, no solo porque el mundo haya cambiado mucho después de la pandemia o por que haya actores nuevos y otros que se irán sumando, sino porque se ha reforzado el sentido de la comedia, “que es sanador para el público”, pero sin que la obra pierda su vitalidad y su esencia, que es contar “una historia profunda”.
También se le han incorporado momentos musicales de películas animadas, que los propios actores interpretan según las situaciones de la obra, y que la gente “reconoce, canta y disfruta”.
Por otro lado, la vuelta al cine La Rampa ha marcado una renovación de la obra audiovisual y musical que acompaña a "Farándula", y la incorporación especial del humorista Pánfilo, quien aparece al final del espectáculo para hacer la típica llamada ‘cruzada’, que es muy divertida y muy cubana.
Ocho años de Jazz Vilá Projetcs
Próximamente, Jazz Vilá Projects llega a sus ocho años y, tal y como sucede con ese número, que representa el infinito, un comienzo que termina y que luego vuelve a empezar, la compañía iniciará un nuevo camino.
Con el fin de "Farándula", cierra un ciclo para la compañía. En palabras de Vilá, han sido ocho años de mucho aprendizaje, de muchas historias, de éxitos consecutivos, en los que la evolución de la misma, desde el estreno con ‘Rascacielos’, ha sido totalmente “ascendente”.
Para Vilá, se trata de una compañía fuerte, un “referente” para los jóvenes y el teatro, “como está demostrado en los miles y miles de espectadores que no solo han ido a ver "Farándula", sino también ‘Eclipse’ o ‘Rascacielos’”.
Pero, su fortaleza ha estado igualmente en su labor social: desde la presentación en hospitales o en casas de niños sin amparo filial, hasta las obras infantiles o dedicadas a médicos y maestros que ha interpretado.
De ahí que Jazz Vilá Projects no demuestre un crecimiento solo desde el punto de vista escénico, sino humano. “Lo más importante es que la compañía me ha enseñado a mí -y es lo que hace el teatro-, las miserias y las virtudes del ser humano”, ha expresado Vilá.
Vestido por Hugo Boss para "El Jelengue"
En tanto, Vilá ha adelantado que agradece la oportunidad de que la reconocida marca Hugo Boss se encargue de su imagen y vestuario en "El Jelengue" porque “es un reconocimiento a la calidad del trabajo que hago” y una muestra de respeto a lo que es como creador.
Asimismo, lo que le “encanta” de la marca es la frescura “porque han renovado incluso su logo, que ahora es solo Boss, pero se mantiene elegante”.
De hecho, es algo que tiene que ver mucho con Vilá: el hecho de ser “divertido, juvenil, alegre”, “sin dejar de ser elegante”.
Precisamente lo que más le atrae de la oportunidad de ser el embajador de una firma “con tantísimo prestigio”, es poder ser fiel a lo que es como artista, justo como hacen marcas como Boss, que defienden la exclusividad y la calidad de sus productos. “Tiene que ver mucho con mi personalidad y, desde luego, uno se viste con lo que lo representa”, ha concluido.
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