Una empresa estatal cubana de materiales de construcción ha tenido que sustituir hormigón por barro debido al déficit de materias primas.
La Empresa de producción de materiales (Empromac), de la provincia de Santiago de Cuba, se vio obligada a buscar alternativas para reemplazar renglones que demanda el programa de construcción de viviendas, ante el déficit de productos esenciales como el cemento.
Jesús Antonio Vera, director general de la entidad, reveló a la Agencia Cubana de Noticias que están usando barro para sustituir la mayor parte de los 12 renglones básicos que requieren hormigón, como los tubos sanitarios, las celosías, la rasilla y la fabricación de losas y ladrillos para eliminar los pisos de tierra.
El barro se emplea también para elaborar bloques que se emplean fundamentalmente en las divisiones de pared en los interiores de las casas.
Según el dirigente, la cantidad de cemento asignado en el primer trimestre de este año no satisface la demanda, por eso se priorizan surtidos como lavaderos, tanques de hormigón, losas planas para cubiertas, mesetas y adocretos, estos últimos usados en las labores de urbanización de contenes y aceras.
La escasez de materiales también ha afectado el trabajo de Empromac en el sistema Sandino, que utiliza elementos ligeros basados en paredes de elementos prefabricados, por lo cual han tenido que acudir a alternativas.
Entre ellas, Vera citó los extensores como el Mortesac, que no es más que cemento ligado con arena y polvo de piedra para el betún grueso y el fino, así como el alambre de amarrar y el aceite desmoldante, usado en el acabado de las superficies.
De acuerdo con sus declaraciones, existen laboratorios que controlan que todos estos materiales cumplan con los parámetros de calidad establecidos.
En medio de esta crisis de materiales -una de las causas por las que miles de familias en Cuba no pueden acometer la reparación de sus viviendas-, la semana pasada decenas de sacos de cemento se echaron a perder en un almacén de La Habana.
El periodista uruguayo Fernando Ravsberg compartió una foto tomada en la Tienda Panamericana sita en Boyeros y Camagüey, donde se veían los sacos de cemento blanco de la marca española Isaval, que se usa en trabajos de albañilería y en reparaciones sobre hormigón, ladrillo y piedra.
"Todo este material de construcción se echó a perder en los almacenes de Cuba, según me cuentan los trabajadores de ese lugar. En Europa cada saco cuesta unos 30 euros. Así que ahora a botarlo, total, en temas de construcción andamos sobrados", denunció.
La falta de materia primas de importación y de explosivos para las canteras, así como la caída en la producción de materiales debido a las limitaciones en la entrega de cemento, fueron -según las autoridades- las principales causas que llevaron al gobierno a incumplir el plan de entrega de viviendas de 2021 en más de un 40 por ciento.
Según datos publicados en las redes sociales de la Presidencia de Cuba, el año pasado se terminaron 18,645 viviendas, para un 58 por ciento del plan inversionista de la vivienda. La cifra supone un 39 por ciento del total de los nuevos hogares entregados en 2020 a personas con necesidades habitacionales.
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