Una niña cubana lanzó una conmovedora súplica a las autoridades en el momento en que ella y un grupo de inmigrantes que cruzaron corriendo a territorio estadounidense por el Puente Internacional II fueron entregados por la Patrulla Fronteriza de EE.UU. a agentes del Instituto Nacional de Migración (INM), que los devolvieron a territorio mexicano.
“Señor, no nos vire, se lo ruego. Yo no quiero virar”, dijo entre lágrimas la pequeña justo en el instante en que era montada junto a otros migrantes en una camioneta para ser retornados a México.
“Por favor, ustedes no tienen corazón”, exclamó la niña en una desgarradora escena difundida por Univisión.
La niña formaba parte de un grupo de 25 inmigrantes -entre ellos, varios menores de edad- que en la tarde del domingo 27 de marzo rompieron las puertas de las oficinas del Instituto Nacional de Migración en Piedras Negras para huir hacia Eagle Pass por el Puente Internacional II.
Elementos del Ejército Mexicano y de la Guardia Nacional fueron tras ellos después del motín. Según reseña la prensa local mexicana, las condiciones de hacinamiento, la falta de alimentación y el calor habrían influido en que los inmigrantes tomaran el valor para escapar.
El incidente motivó el cierre temporal del tráfico en el Puente durante más de media hora.
Mientras tanto, los albergues humanitarios en Texas no dan abasto para enfrentar la oleada de inmigrantes de las últimas semanas, procedentes principalmente de Cuba, Venezuela y Nicaragua.
Valeria Wheeler, directora del refugio Mission Border Hope, en Eagle Pass, asegura que diariamente reciben entre 400 y 600 inmigrantes, que son liberados poco después para continuar su proceso migratorio en Estados Unidos.
No obstante, la Patrulla Fronteriza advierte que continuarán deportando a los inmigrantes.
Según un comunicado de la Patrulla Fronteriza, el Departamento de Seguridad Nacional continúa expulsando a los inmigrantes irregulares bajo la autoridad del Título 42, de los CDC. Sin embargo, la situación podría empeorar en los próximos días con la inminente derogación de dicho decreto.
Puesto en marcha en marzo de 2020 por Donald Trump, el Título 42 permite expulsar rápidamente hacia México u otros países a la mayoría de los migrantes sorprendidos cruzando la frontera, con el fin de limitar la propagación del coronavirus.
Washington se inclina por poner fin a la orden a raíz de las recientes decisiones judiciales que complican su aplicación.
La pasada semana, el gobierno del presidente Joe Biden presentó una nueva regulación que pretende acelerar la tramitación del asilo y las deportaciones en la frontera entre Estados Unidos y México.
La norma final sobre el asilo, que entrará en vigor a finales de mayo o principios de junio, autorizará a los funcionarios a aceptar o rechazar solicitudes de protección de los inmigrantes poco después de que crucen la frontera. Ello evitaría los tribunales de inmigración, donde los casos suelen tardar años en ser resueltos por los jueces.
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