Ante el déficit de medicamentos generalizado en todo el país, las autoridades de Pinar del Río dispusieron la venta regulada de fármacos en los consultorios del médico de la familia.
Un reporte de la emisora televisiva local Tele Pinar da cuenta del funcionamiento de este sistema de distribución en el municipio de Sandino, donde desde hace varios meses los médicos se encargan de vender los medicamentos en las propias consultas según las necesidades de los pacientes.
El medio oficialista entrevistó a un presunto directivo de la localidad, a quien nunca identificó, y que explicó que la medida es de carácter nacional y obedece a las “bajas coberturas de medicamentos en el país”. A la par, justificó la decisión de traspasar las funciones de las farmacias a los médicos de la familia con el argumento de que son los más capacitados y están más próximos a la población.
“Esta distribución de los medicamentos por consultorios es una indicación a nivel de provincia, a nivel de país, debido a la situación que tenemos con las bajas coberturas de los medicamentos. Se llegó a la conclusión de hacer la distribución por consultorio para que así el médico, que es el personal más capacitado y que más cerca se encuentra de la población, pueda distribuir los medicamentos en dependencia de las necesidades de los pacientes”, precisó.
De acuerdo con el reporte de Tele Pinar, la distribución de los fármacos depende de la cantidad que se recibe. Si es suficiente para satisfacer las demandas de la población, la venta se mantiene en las farmacias, pero en los casos en que se reciban pocos medicamentos de los de alta demanda, los pacientes solo podrán adquirirlos en los consultorios, refirió la misma fuente.
Mencionó como ejemplo el Alprazolam, un ansiolítico muy demandado por la población, del cual en el último pedido solo se entregaron 50 a la farmacia principal de la localidad, aunque no precisó si cajas o qué otro tipo de empaque. No obstante, señaló que esa cantidad debía ser repartida entre “los 6 consultorios, más los especialistas, la clínica estomatológica (...), los clínicos y otros médicos generales integrales que no están directamente en un consultorio”, lo cual no es suficiente, pero la alternativa es “poner cuatro o cinco por consultorio” para que supuestamente “todo el mundo pueda adquirir algo”.
Aunque la periodista recalcó que la medida “tiene una explicación lógica”, los propios residentes en Sandino manifestaron su insatisfacción. “Es tan poquito el medicamento que entra, que cuando voy al consultorio ya se acabó”, comentó una de las pobladoras.
“La compra de los medicamentos me acomodaba más anteriormente -señaló otra de las residentes en el municipio pinareño- porque ahora incluso tienes que disponer dos días para colas, levantarte temprano para ir al consultorio, y cuando llegué allí habían personas desde las dos de la mañana”.
Pese a las inconformidades de la población, el supuesto directivo afirmó que “siempre y cuando se mantengan las bajas coberturas de medicamentos y al no tener respuesta en el país para cubrir el cien por ciento del cuadro básico de medicamentos, esta medida continúa”.
A finales de enero pasado el presidente de BioCubaFarma, Eduardo Martínez Díaz, admitió que el gobierno no tenía el dinero necesario para comprar materias o importar medicamentos, por lo que anunciaba otro semestre de escasez de estos productos en el país.
Durante el primer mes del año, 88 medicamentos catalogados como Prioridad 1 permanecían en déficit, otros 63 se mantenían racionados por la llamada tarjeta de control y no se contaba con 19 fármacos entre los 110 que se utilizan para tratar a pacientes graves, señaló el directivo al ser consultado por el diario Granma. Uno de los medicamentos más demandados por la población cubana hipertensa, el Enalapril, continuaba sin poder llegar a todas las personas que lo necesitan.
En días recientes la prensa oficial reconoció que la falta de fármacos no ha dejado de ser un tema preocupante para las familias cubanas y que la solidaridad ha salvado a los cubanos de morir por la falta de medicinas. Sin embrago, se volvió a culpar al embargo de Estados Unidos de la crisis existente en el país y se alegó que los recursos en los últimos dos años se han destinado a la producción de vacunas contra la COVID-19.
Tampoco las medidas relacionadas con la importación de medicamentos han logrado mitigar la crisis. En julio del pasado año el gobierno estableció la libre importación de medicinas, productos de aseo y comida a la isla, medida que se extenderá hasta el próximo 30 de junio.
Si bien cientos de toneladas de medicamentos y otros productos básicos han entrado a la isla durante los últimos meses y un buen número de familias han podido beneficiarse de esta decisión, otros muchos cubanos no tienen familiares ni reciben ayuda desde el exterior y son los más afectados por el déficit de medicinas.
Hace solo unos días, el gobierno cubano anunció además la flexibilización de la importación de sustancias controladas para aquellos viajeros que las consuman bajo tratamiento médico. Entre estas se incluyen las drogas estupefacientes, psicotrópicos y sustancias de efecto similar a las drogas de uso médico, además de vacunas, hemoderivados y equipos y dispositivos médicos.
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