Lo sigo desde pequeño. Prácticamente se crió junto a mis hijos correteando por las calles del Cerro. Al crecer, su inclinación estaba en la pista de atletismo y aunque no consiguió sus pronósticos en la selección nacional sí fue un gran guía entre los invidentes y débiles visuales que integran el seleccionado paralímpico cubano.
Un buen día decidió abrirse un camino más seguro y hasta República Dominicana no paró. Les hablo de Yaseen Pérez, otro cubano que decidió seguir su andar extra fronteras.
Ya estoy por los 41 años Julita. No soy aquel niño que merendaba en tu casa, corría con tus Lolos. Permanezco en Santo Domingo trabajando como entrenador mientras en La Habana se halla mi familia, afortunadamente y dando gracias a Dios, todos muy bien de salud, encabezados por mi pareja y nuestro hijo, cada vez más alto pero alérgico a los deportes. Me pasa lo mismo que a ti.
En cuanto a mi situación migratoria aquí en la República Dominicana, aún no tengo nacionalidad, pero estamos trabajando en eso. Como sabes estoy en Quisqueya desde el 2 de junio del 2013.
Has evolucionado mucho desde tu llegada, me consta. Tus resultados en los Juegos Olímpicos de Tokio sorprendieron a más de uno.
Sí, por supuesto, me llena de orgullo la actuación de mis discípulos en la cita nipona: dos medallas de plata a través de Anabel Medina y Marileidy Paulino en el relevo mixto de 4x400 metros y de Paulino, su segunda presea de plata, ésta en el individual de los 400 m.
También conquistaste lauros en los Juegos Pan y Centroamericanos y del Caribe del anterior ciclo olímpico.
En efecto, en la lid continental de Lima 2019, Yancarlos Martínez se agenció el tercer lugar en los 200 mientras en la cita regional en Barranquilla 2018, el 4x100 en uno y otros sexos y el 4x400 hombres ganaron plata, bronce y plata, respectivamente.
Cuatro años antes en la lid regional de Veracruz, se obtuvo la plata en la posta corta masculina que en aquel momento fue la única alcanzada por el deporte rey quisqueyano en esa cita. Estos son los resultados más importantes que he tenido como entrenador en mi corta carrera aquí en la República Dominicana.
Carrera que no ha sido ni es aún nada fácil.
Y dilo. Comencé trabajando en un proyecto fronterizo, que al final no llegué a culminar, pues mi trabajo fue notorio y el presidente de la Federación de Atletismo y el ministro de Deportes en esa época, decidieron ubicarme en el cuerpo técnico del equipo nacional de República Dominicana, o sea, pasé a entrenar el alto rendimiento. Esto fue en 2014.
¡Claro! No me iban a dar las estrellas. Comencé con chicos escolares y juveniles y hoy preparo a atletas de alto nivel, los mismos que de chicos yo empecé a entrenar y ahora son los que mayor nivel poseen.
¿Has padecido el estigma del extranjero o sido víctima de la xenofobia?
Dicho así suena feo pero la verdad no se aleja mucho. Para la mayoría de las personas aquí yo siempre fui el que trabajaba con discapacitados en Cuba; por ende, fui víctima de burlas sobre el tema como si fuera algo insignificante entrenar atletas con minusvalías, algo que para mí siempre constituirá un orgullo.
Mi primer discípulo aquí fue Yon Manuel Soriano, corredor de 400 planos, como mejor tiempo 45 segundos 66 centésimas. En él nadie confiaba. Un día nos convocan a una competencia con la que no contábamos y no lo hizo bien. Ahí sobrevinieron los ataques, las risas, esos ojos que hablan diciendo “lo sabíamos”.
Yon y yo aguantamos a pie firme y nuestra respuesta fue trabajar fuerte, entrenar, comernos la pista y así llegó otra justa en la que estaba el mejor corredor de entonces en el país, Luguelin Santos y mi alumno llegó segundo en final de fotofinish.
El estadio se levantó a aplaudir y aquellos que tanto se rieron tuvieron que reconocer que con Yon Manuel había que contar y así comenzaron mis resultados en la República Dominicana.
No seas modesto, yo diría excelentes resultados ¿te consideras un gran entrenador?
No, no me siento un gran entrenador; a pesar de mis resultados que han ido en ascenso, creo que aún me sigue faltando mucho. Conozco a grandes técnicos del mundo atlético y créeme, me falta mucho por andar.
Además, aún no soy aceptado por algunos aquí en Dominicana, y creo que en Cuba tampoco… Jajajaja… Aún no soy del agrado de muchos, pero sigo trabajando y no para demostrarle nada a nadie, sino para lograr ser yo.
Solo sigo mis instintos y mis estudios para seguir desarrollándome y ayudar al atletismo de la República Dominicana y del mundo, si es que algún día me tocase extender lo que he aprendido a algún otro lugar del planeta.
¿Regresarías a Cuba como entrenador?
¿Regresar a Cuba como entrenador? Al principio no dije que no; allí nací. Incluso, teníamos ideas de trabajar con algunos chicos cubanos. Pero ya sabes cómo son las cosas. Todo muy difícil. No pudimos concretar por problemas no deseados y después de ver esto, me parece que no regresaría.
Dominicana es una isla caribeña, vecina nuestra, no es primer mundo pero veo un mejor futuro para mí y mi familia, que aunque no esté a mi lado ahora, lucharé por que viva conmigo.
Siempre estaré dispuesto a ayudar, pero me quedo con la República Dominicana que, a pesar de algunos xenófobos, fue el país que me dio la oportunidad de ser quien soy hoy: un entrenador del equipo nacional con atletas reconocidos en el universo deportivo.
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