La Dama de Blanco Aymara Nieto Muñoz permanece desde hace más de un mes en una celda de castigo en la prisión de Las Tunas, donde cumple una sentencia de cinco años y cuatro meses de privación de libertad.
Berta Soler Fernández, líder de esta agrupación femenina, condenó la situación de Nieto Muñoz desde su perfil de Facebook y agregó que la presa política de conciencia tampoco podrá recibir llamadas de su familia durante los próximos dos meses, como represalia por realizar denuncias desde el recinto penal.
Soler explicó que la opositora, también miembro de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), está castigada desde el 25 de febrero de 2022 y compartió una imagen de una violenta detención de la que fue víctima Nieto Muñoz en 2018, cuando la Seguridad intentaba impedir una marcha pacífica de las Damas de Blanco.
A su publicación reaccionaron varios internautas, quienes manifestaron su solidaridad con este movimiento de oposición y criticaron la persecución constante del régimen castrista contra sus integrantes, sin tener nunca en cuenta que son mujeres, muchas de ellas madres, abuelas, esposas de presos políticos.
“Son unos abusadores, mantener a una madre sin poder saber de sus hijas es un crimen horrible”, “La dictadura cada día tiene más miedo y por eso reprime sin compasión, desesperada por mantenerse en el poder”, “Revolución es represión, Patria y Vida”, expresaron los foristas que comentaron el post.
En febrero de 2022, Nieto Muñoz fue sentenciada a cinco años y cuatro meses de privación de libertad por el delito de “desórdenes en establecimiento penitenciario”, cuando le faltaban solo tres meses para cumplir una sanción previa de cuatro años de cárcel por la que se encuentra recluida desde 2019.
El juicio de la disidente cubana se realizó por videoconferencia y, según su esposo, el activista Ismael Boris Reñí, estuvo plagado de irregularidades y de supuestos problemas de conectividad. El Tribunal Popular de La Habana falló en su contra y la acusó de participar en el motín que el 9 de marzo de 2020, tuvo lugar en la cárcel Mujeres de Occidente, conocida como El Guatao.
En ese incidente las reclusas incendiaron colchones, rompieron rejas y ventanas en protesta por la decisión de la dirección del penal de mantener los cubículos cerrados. No obstante, las participantes en el acto no identificaron a Nieto Muñoz como cómplice en el hecho.
Las autoridades judiciales cubanas también construyeron otros argumentos en su contra a partir de causas penales imputadas anteriormente para establecer un juicio de carácter que avalara la injusta condena por utilizar sus supuestas aptitudes de liderazgo, en la defensa de los derechos de las otras reclusas.
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