La familia del preso político del 11J Andy García Lorenzo denunció este viernes que fueron víctimas de actos arbitrarios cuando intentaron visitar al joven manifestante en la prisión de La Pendiente, en Villa Clara.
En declaraciones exclusivas a CiberCuba, Pedro López Mesa, suegro de la hermana de Andy, Roxana García Lorenzo, explicó que llegaron cerca de las 9:00 am al recinto penal y que los tuvieron durante más de dos horas al sol, esperando para poder entrar. Relató que a las 12:00 pm apareció un oficial con una lista en la que supuestamente no aparecían ni él, ni su hijo Jonatan López Alonso ni un amigo de este.
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Contó además que el militar se dispuso a virar la espalda y marcharse sin recoger siquiera las provisiones que llevaban para Andy y que él pidió hablar con un superior para quejarse por el maltrato que cometía la institución contra ellos, al no permitirles la visita.
Agregó que al poco rato el mismo oficial les solicitó sus identificaciones y tras otra hora de espera bajo el sol, les entregó los carnets de identidad y les pidió que pasaran al interior del recinto penal para recogerles la bolsa de comida y repetirles que ellos no podían entrar.
López Mesa advirtió que en ese intervalo no los maltrataron ni ofendieron, pero que él llevó impresa las Reglas Mandela, que regulan el tratamiento a las personas encarceladas y que eso causó malestar entre el personal de la cárcel, a pesar de que Cuba es suscriptora de esas leyes internacionales.
El oficial que los atendía se retiró durante dos horas más y que a su regreso le pidió que le devolviera el documento con las regulaciones y el libro En busca de un sueño de Martin Luther King. El activista añadió que finalmente no pudieron entrar a ver a Andy y que desde la prisión llamaron a Roxana para que ella pudiera entonces visitar al joven preso político.
El pasado martes las autoridades judiciales de Villa Clara dieron a conocer la sentencia de cuatro años de privación de libertad contra el manifestante del 11J, acusado de los supuestos delitos de desórdenes públicos, atentado y desacato a la autoridad. La petición fiscal inicial en su contra era de siete años de cárcel.
Al conocer la condena contra su hermano, Roxana, devenida en activista en favor de la libertad de todos los presos políticos en Cuba cuestionó la legalidad del juicio, celebrado el 10 de enero pasado. La joven calificó el proceso como “una payasada, un circo, un paripé en el que no se mostraron las pruebas”.
Dijo que ella no se iba a conformar con el resultado y que si cuatro años pasaba Andy injustamente encerrado, cuatro años ella y su familia se mantendrían activos denunciando al régimen y sus atropellos contra todo lo que huele a oposición.
"Ya saben de antemano que estaré estos años dándole la cara al régimen castrista asesino", aseguró la joven activista. Su hermano, de 23 años, fue detenido el mismo 11 de julio de 2021 por sumarse al estallido antigubernamental en la ciudad de Santa Clara.
En octubre de ese mismo año inició una huelga de hambre junto a otros manifestantes en la cárcel La Pendiente, en protesta por los malos tratos y la violación de sus derechos. Como resultado comenzó a orinar sangre durante al menos cinco días.
Desde su encarcelamiento, toda la familia ha sido víctima de acoso, amenazas, interrogatorios, intimidación, cortes de internet y actos de repudio en sus viviendas y locales de trabajo, orquestados por agentes de la Seguridad del Estado.
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