El Gobierno de Camagüey propuso la rehabilitación de la calle Independencia, una de las principales arterias de la ciudad, para convertirla en un paso peatonal adoquinado.
El proyecto se encuentra dentro del Plan Maestro de la Oficina del Historiador de la Ciudad (OHCC). La céntrica calle, de 750 metros de largo, será modificada con el objetivo de dar "dinamismo comercial y valor al paisaje arquitectónico", según indicó Adelante.
La iniciativa, que se encuentra aún en etapa de planificación, contempla la modificación del espacio público y cambio de usos de establecimientos de la zona para potencias locales recreativos y de servicios.
El arquitecto en jefe del proyecto, Humberto Delgado Rodríguez, señaló que desde 2019 se considera que debe conectarse Independencia con las calles República y Maceo "para cerrar el triángulo de oro agramontino".
La idea inicial es rehabilitar toda la calle y darle una apariencia similar a las aledañas. Los diseños por el momento solo están enfocados en el trayecto desde la Casa Natal de Ignacio Agramonte hasta la plaza Maceo.
Está previsto que en esta zona se potencien "el comercio electrónico, pasarelas de pago y tótems publicitarios automatizados". El gobierno camagüeyano asegura que habrá un "uso óptimo de las tecnologías digitales a favor de la población".
El proyecto, sin embargo, enfrenta obstáculos desde sus inicios por "el proceso de consulta urbana y aprobación del presupuesto base". Estos temas se discutirán en 2023 con la participación de especialistas de la OHCC y un porcentaje, no declarado por la prensa, de representantes de ciudadanía en Camagüey.
El gobierno considera que la revitalización de Independencia, en el centro histórico camagüeyano, Patrimonio Cultural de la Humanidad desde 2008, es una "estrategia necesaria para extender el área del boulevard y dinamizar el desarrollo local".
Sin embargo, los camagüeyanos han pedido al gobierno inversiones, no en el entramado de calles sino en las edificaciones. Mantener muchas de estas vetustas casas, y edificios, está fuera de las posibilidades de las personas. Requieren apoyo del Estado que no muestra capacidad de respuesta y recibe críticas por sus restauraciones.
El mes pasado un grupo de cubanos residentes en la cuartería Biosca #9 de Camagüey, denunció las chapucerías de una brigada de constructores del gobierno que restauró su edificio.
Los vecinos denunciaron que al restaurar el inmueble se dieron problemas como: violaciones en las normas técnicas, despilfarro de recursos, no se hicieron chequeos de la obra, no se entregó certificación de idoneidad.
La crisis de la vivienda en Cuba es una prioridad para los ciudadanos, pero el Estado no cumple los planes previstos.
Han comenzado a impulsar métodos de construcción de viviendas que no son propios de la isla como el uso de paredes de barro, en Trinidad, provincia Sancti Spíritus.
También en Pinar del Río, ante la escasez de materiales de construcción han comenzado a levantar viviendas con techos de bóveda, como una “alternativa”
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