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El museo municipal de Puerto Padre, en Las Tunas, espera desde 2008 que finalice una reparación capital que le permita brindar sus servicios al público, sin embargo, una cadena de lamentables acontecimientos y errores humanos han atrasado las labores de construcción.
El paso del huracán Ike, hace casi 14 años, arrancó los ventanales del edificio y con ellos casi toda esperanza para los trabajadores de una instalación que guarda la historia del municipio, recordó el periódico oficialista 26.
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"A partir de ese instante se realizaron algunos trabajos en reparaciones menores y ubicamos en la planta baja una museografía, con el objetivo de mostrar las cinco salas de la anterior exposición", recordó Abel Julio Sastre Matos, museólogo y presidente de la Unión de Historiadores en Puerto Padre.
Sin embargo, no fue hasta 2014 -seis años después- que se aprobó un presupuesto para remozar la estructura y solucionar todos los problemas que hasta ese entonces presentaba el edificio.
En todos estos años "varias manos" han pasado por el mueso y los problemas se acumulan en un local que pide a gritos un proceso constructivo que realmente solucione los problemas acumulados.
Lo que pareció en 2021 el final de tanta espera, tras la contratación de una brigada de trabajadores privados que completaron la rasilla de la azotea, el descorche y reparación de algunas columnas y paredes, no llegó a concretarse. Las labores se detuvieron porque se abrió un proceso judicial contra la entidad.
Los vecinos de la vivienda colindante con el museo aseguran que las acciones constructivas han afectado su domicilio, y hasta que la Administración Municipal, Cultura y Vivienda no decidan qué hacer, no puede continuar la reparación.
"En el segundo nivel falta pintura en las paredes, la carpintería no quedó completa y hay filtraciones. Mientras, en la planta baja resta por acometer todas las tareas, principalmente, las de reparación en los elementos patrimoniales que son plafones, cornisas, columnas y otros, más la parte civil; lo cual debe quedar finalizado para avanzar al otro paso que es el desarrollo de la museografía", lamentó Sastre Matos.
Ike fue el quinto huracán y la novena tormenta tropical de la temporada 2008 en el Atlántico. Su paso por Cuba obligó a evacuar a cerca de un millón de personas, dejó un saldo de siete fallecidos e importantes perjuicios a la economía, según datos oficiales.
En Puerto Padre, con más de 31 mil habitantes, unas 4,912 viviendas fueron destruidas por ese fenómeno natural, muchas de las cuales esperan por ser reparadas.
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