El gobierno de México refuerza sus operativos contra la trata de personas que migran irregularmente por ese país a través de sus fronteras con Centroamérica y, especialmente, con la de Estados Unidos.
“El Instituto Nacional de Migración (INM) de la Secretaría de Gobernación lleva a cabo el reforzamiento de operativos de control y supervisión para evitar que la población migrante que ingresa y transita por territorio nacional sea víctima de redes criminales”, apuntó este lunes un comunicado del gobierno mexicano.
Según la nota, las acciones se realizan tanto en los estados del sur y muy especialmente en los límites de México con Estados Unidos.
Añaden que esa zona fronteriza con territorio estadounidense se ha desplegado personal y equipo del INM como parte de la estrategia coordinada con diferentes instancias de seguridad nacional, estatal y municipal.
Explican, que este operativo “busca que las personas con una estancia irregular en México no pongan en riesgo su integridad o la de sus seres queridos, como se ha registrado en últimas fechas, derivado de diversos incidentes en los que han fallecido decenas de personas migrantes extranjeras”.
Asimismo, aclaran, que se proponen redoblar esfuerzos para evitar que los migrantes irregulares sean víctimas de secuestro, extorsión, robo o violencia por parte de grupos o redes delictivas.
También las autoridades migratorias mexicanas hacen un llamado a las personas en contexto de movilidad a que no expongan sus vidas o la de sus familiares en manos de ‘polleros’ [coyotes], así como no viajar en cajas secas de tráileres o tractocamiones ni sobre techos de trenes, adentrarse en el desierto, la selva, la montaña o atravesar el río Bravo.
El comunicado insiste en que el INM mantendrá la cooperación con la Guardia Nacional y las corporaciones de seguridad pública nacional, estatal y municipal, para hacer frente a las redes criminales que lucran con la necesidad de las personas migrantes en condición de vulnerabilidad
Además, el organismo refrenda su compromiso para hacer valer la Ley de Migración y su reglamento, en un marco de respeto de los derechos de quienes ingresan y transitan por México.
Hasta el momento, las acciones del gobierno mexicano para controlar el cruce de migrantes irregulares por su territorio no han logrado atenuar el flujo de personas que han ingresado a Estados Unidos por la frontera mexicana.
En abril, por ejemplo, casi 35 mil cubanos ingresaron a territorio estadounidense por México, luego de avanzar desde la frontera con Centroamérica.
Esa cifra, incluso, pone a la administración de Joe Biden ante el mayor éxodo de cubanos en seis décadas, ya que desde que asumió su mandato en enero de 2021 a la fecha, han llegado a Estados Unidos 145,389 cubanos por los puntos fronterizos con México.
Esa estampida migratoria es mayor que las ocurridas en 1980 durante el éxodo del Mariel (125,000 personas) y en la crisis de los balseros de 1994 (35,000).
La escalada de cubanos hacia Estados Unidos por territorio mexicano también ha dejado una estela de personas fallecidas, accidentes, secuestros y desapariciones.
Esta última semana, trascendió la detención de casi 60 inmigrantes que viajaban escondidos en un camión, entre ellos un número no precisado de cubanos, en la ciudad de Tapachula, México.
Los migrantes fueron encontrados al interior del camión luego de que el conductor huyera durante una parada en una caseta de inspección, en esa ciudad del estado sureño de Chiapas.
Esas personas, que viajaban hacinados y en condiciones infrahumanas en la parte trasera del camión, fueron detenidas y transportadas a un centro de refugio por elementos de la Guardia Nacional y oficiales de Inmigración.
También el miércoles último, al menos seis migrantes murieron, entre ellos cubanos, luego de que el autobús que los transportaba cayera por un barranco en el estado de San Luis Potosí.
Además de cubanos, entre los migrantes fallecidos –en total cuatro mujeres y dos hombres– había hondureños y salvadoreños.
El accidente dejó, además, 19 heridos (cuatro de ellos en estado grave) que fueron trasladados al Hospital Central y al Hospital de Soledad de ese estado del centro de México.
El conductor sobrevivió y escapó del lugar, al igual que varios pasajeros, antes de la llegada de las ambulancias y la policía, para evitar a los agentes de Inmigración.
La semana anterior, un total de 20 cubanos que formaban parte de un grupo de 39 inmigrantes ilegales fueron detenidos en un hotel, también en el estado de San Luis Potosí.
El grupo estaba conformado, además, por cuatro personas de Honduras, dos de Venezuela, dos de Colombia, ocho de Georgia, uno de República Dominicana y dos de Tayikistán.
Asimismo, un total de 549 inmigrantes, entre los que se encontraba una cifra no precisada de cubanos, fueron detenidos por la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos en el Sector del Valle del Río Grande (RGV) casi a finales de este mes.
Los migrantes pertenecían a cuatro grupos que fueron localizados en distintas operaciones en las zonas de La Grulla y Roma, y estaban compuestos por 244 adultos solos, 193 miembros de familias y 112 niños no acompañados.
Este último sábado se conoció, además, que 11 inmigrantes cubanos que estaban a punto de morir ahogados en el río Bravo tuvieron que ser rescatados por agentes de la Policía en Coahuila y del INM
Los cubanos indocumentados pidieron auxilio mientras cruzaban el afluente por la zona cercana al cárcamo de Simas, en la colonia Santa María.
Las autoridades llegaron al lugar y lograron poner a salvo al grupo de cubanos, así como a tres nicaragüenses y un colombiano.
No obstante, otros no han corrido con esa suerte, ya que el río Bravo ha cobrado la vida de más de 60 personas en lo que va de año por la zona de Piedras Negras, Coahuila, que es fronteriza con Eagle Pass, Texas, y por donde en los últimos tiempos se ha incrementado el paso de migrantes, especialmente de cubanos, venezolanos y centroamericanos.
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