Nelson Jesús Sosa, de 56 años y residente en Hialeah, está acusado de asesinato en segundo grado por estrangular y apuñalar presuntamente a su hermana.
Está pendiente que las autoridades determinen si el agresor está involucrado, además, en la muerte de su propia madre, de 84 años, que también fue hallada sin vida en la vivienda, aunque en ese caso sin indicios de violencia.
Sosa llamó en la noche del viernes al 911 y dijo que “quería reportar dos cadáveres” dentro de su casa, ubicada en la cuadra 1100 del oeste y la 38th Terrace.
Cuando las autoridades llegaron, el hombre -que cuenta con un amplio historial de agresiones que datan de 2017- les entregó la llave de la vivienda a los oficiales y un “manifiesto” de cuatro páginas.
En el documento afirmaba que su identidad había sido robada por “perpetradores que cometen crímenes de lesa humanidad bajo el estado de terrorismo patrocinado”, y que las personas que estaban en su casa “ya no eran ellas mismas”.
El informe de arresto -citado por la prensa local- reseña que Sosa estranguló y apuñaló 21 veces en el torso a su hermana, Mairym Sosa, de 53 años.
En el caso de la madre, Miriam Sosa, las autoridades la descubrieron “desnutrida” y acostada en una cama. El hombre todavía no enfrenta cargos por la muerte de su madre a la espera de los resultados de la autopsia, que debe revelar la causa exacta de la muerte de la anciana.
Los detectives de homicidios de Hialeah indicaron que las imágenes de video-vigilancia mostraban que nadie más había entrado en la casa.
El pasado 28 de mayo la hermana había llamado por teléfono a la policía para denunciar que Sosa -que padecía trastorno bipolar- estaba agresivo.
En declaraciones a Telemundo 51, vecinos de la zona dijeron que le tenían miedo al agresor porque el hombre los tenía amenazados. Varios explicaron que aunque alguna vez el sujeto estuvo recluido, siempre acababa retornando a la casa cuando mostraba indicios de mejoría.
“Yo estoy que todavía no lo creo. Estaba fuera de sus cabales. Estaba loco. Yo se lo decía siempre a mi tía cuando venía a visitarla. ‘Tía mete a Nelsito en un psiquiátrico por favor", comentó al citado medio un familiar de las víctimas.
Sin embargo, según el testimonio de allegados a la familia, la anciana solía contesta que Nelson no quería ser internado.
Residentes del barrio cuentan que si lo veían en la calle preferían no salir y quedarse en sus casas. Relatan que el individuo solía dañar las gomas de los autos de los vecinos y que hace unas tres semanas intentó invadir propiedades ajenas.
Una vecina relató que dos días antes de la tragedia en el interior de la vivienda "se oía como que estaban torturando a alguien".
“Era un enfermo mental que se iba a convertir en un asesino, ahora es un asesino que ahora lo están tratando como un enfermo mental", sentenció otra residente en la zona, que piensa que lo sucedido se podía haber evitado.
El acusado permanece en la cárcel del condado, sin derecho a fianza.
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