La Empresa Láctea de Ciego de Ávila tiene una considerable deuda con los ganaderos del territorio, la que ascendió a 60,000 pesos en Moneda Libremente Convertible (MLC) al cierre del pasado mayo.
De acuerdo con un reporte del periódico oficialista Invasor, el incumplimiento de la entidad estatal se remonta a febrero último, cuando comenzaron a no realizar los pagos correspondientes por la leche y sus derivados, a pesar de que los campesinos sobrecumplen el plan de producción acordado.
Rubén Pina Ángel Bello, director de producción en la Empresa Láctea, admitió que la situación es cada vez más compleja.
“Muchos están sobrecumpliendo, como promedio, unos 800 [litros] cada mes y nuestros contratos son con 2309 ganaderos (lo cual debe seguir aumentando), pero aun cuando la empresa alcanza un 110% de sobrecumplimiento del plan de leche, el destino de nuestras producciones no genera toda la moneda convertible que necesitamos”, explicó Bello.
De acuerdo con el funcionario los campesinos avileños se encuentran insatisfechos con el atraso de los pagos, que también resultan necesarios para que ellos puedan adquirir insumos, alimento para los animales y otros productos que influyen en la calidad y cantidad de sus aportes de leche al territorio.
Asimismo justificó los problemas con el hecho de que la producción de leche para el consumo directo de la población no aporta a las ventas de la empresa en MLC y dijo que la única solución es que los ganaderos trabajen más y den al estado más cantidad del alimento para la elaboración de helados, yogures, mantequilla, queso y otros productos que se traducen, luego, en moneda libremente convertible, la cual hoy escasea en la empresa, por lo que se atrasan los pagos.
Ángel Bello detalló que en estos momentos los ganaderos avileños promedian, diariamente, 21,900 litros (L) de leche más que el año pasado, pero que esa cifra aún es insuficiente e inferior a los volúmenes que registró el lácteo en 2021.
De los casi 44,000 L diarios que la industria necesita, solo la canasta básica de los habitantes de la central provincia consume, entre dietas y cuotas, unos 38,000. “Por suerte para muchos y por desgracia para las finanzas del Lácteo, dicha entrega no se revierte en moneda dura”, afirmó el texto de Invasor.
Como alternativa, los ganaderos avileños se ven obligados a acudir al “mercado informal donde el litro puede llegar a 50.00 pesos y un MLC alcanzar los 110.00. Aplican ellos la convertibilidad que no aplica el Estado y deducen que vendiendo 'por fuera' ganan más que con el sobrecumplimiento por el que reciben 20.00 pesos, más 0.10 centavos de MLC. Esos centavos, en la tasa informal, representan unos 11.00 pesos (110/10). O sea, el litro sobrecumplido los deja con 31.00 pesos; por debajo del litro en la calle”, advirtió la publicación oficialista.
Esta compleja realidad de los ganaderos en Ciego de Ávila contradice las declaraciones del gobierno cubano sobre la estabilización de la producción de leche durante 2022. En febrero de este año el ministro de la Industria Alimentaria (MINAL) Manuel Sobrino Martínez aseguró que hasta esa fecha habían firmado compromisos con productores de leche que superan los 300 millones de litros de leche, aunque el plan era superar los 400 millones.
Esas cifras representaban un incremento de 135 millones en comparación con lo que se acopió de leche en 2021, un año marcado por la aplicación de la Tarea Ordenamiento, la inflación económica, la escasez y el arrastre de deudas como la que hoy presenta el Estado con los campesinos avileños.
En octubre del año anterior, trascendió que en Las Tunas, casi 2,600 ganaderos estuvieron desde abril,esperando por que se les pagara en moneda libremente convertible (MLC) la leche que vendieron a la industria láctea.
Un reportaje del diario Granma reveló que en esa fecha existían 2,596 campesinos a los que el gobierno les debía un total de 104,972 pesos en esa moneda.
"Nos sacrificamos y luego nos pagan cuando les parece; hay productores que están desestimulados, sin contar el precio elevado de los insumos. No es fácil producir sin soga, sin zapatos, sin un alambre o sin guantes adecuados", denunció en ese entonces Elio Piñeiro Hidalgo, vicepresidente de la cooperativa de producción agropecuaria (CPA) Calixto Sarduy, del municipio cabecera.
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