El artista digital Ricky Castillo se inspiró en la novela satírica Rebelión en la granja, del escritor británico George Orwell, para caricaturizar a los dirigentes de Cuba.
En sus redes, el artista publicó montajes sobre esculturas de cerdos alegóricas a la novela, y las acompañó de fragmentos de esta para mostrar la realidad política cubana.
Cada cerdo, además, fue decorado con el logo del Partido Comunista de Cuba (PCC).
"Los animales que estaban fuera miraban a un cerdo y después a un hombre, a un hombre y después a un cerdo y de nuevo a un cerdo y después a un hombre, y ya no podían saber cuál era cuál", escribió sobre la imagen dedicada al gobernante Miguel Díaz-Canel.
"De algún modo parecía como si la granja se hubiera enriquecido sin enriquecer a los animales mismos; exceptuando, naturalmente, a los cerdos y los perros", fue el fragmento seleccionado para representar a un escuálido canciller Bruno Rodríguez.
La caricatura dedicada al primer ministro cubano, Manuel Marrero, fue acompañada de un fragmento que intenta ilustrar los privilegios de la clase gobernante en la isla: "Las raciones fueron nuevamente reducidas para economizar petróleo. Pero los cerdos parecían estar bastante a gusto y, en realidad, aumentaban de peso".
"Allá arriba, camaradas -decía, señalando solemnemente el cielo con su pico largo-, allá arriba, exactamente detrás de esa nube oscura que ustedes pueden ver, allí está situado Monte Azúcar, esa tierra feliz donde nosotros, pobres animales, descansaremos para siempre de nuestras fatigas", es la frase que acompaña la imagen caricaturizada del cantautor cubano Silvio Rodríguez, defensor del régimen.
Por último, el artista no dejó pasar por alto la influencia de los hijos de la clase privilegiada de Cuba con una caricatura de Mariela Castro y el texto: "También era más apropiado para la dignidad del líder (...) que viviera en una casa en vez de en una simple pocilga".
La galería, que asume una crítica descarnada al poder cubano, resume la situación en Cuba con un pronunciamiento de la novela satírica, donde unos cerdos usurpan el poder y utilizan el populismo para manipular al resto de los animales: "Todos los animales son iguales, pero algunos son más iguales que otros".
Esta imagen es muy socorrida actualmente en la isla, donde la población sumida en la miseria cuestiona los privilegios de los funcionarios del régimen.
Este miércoles, se hizo pública la denuncia de una mujer que preguntó a Díaz-Canel por qué sus hijos no pueden comer alimentos saludables y confituras, mientras a los de la clase en el poder no les falta de nada.
Asimismo, en los últimos días, han trascendido los lujos de la cúpula gobernante de Cuba, luego de que el régimen intentara desacreditar a la madre Amelia Calzadilla, quien protestó recientemente por las carencias y dificultades cotidianas que sufren los cubanos, acusándola de vivir rodeada de "comodidades" (lámparas de techo y uñas de acrílico).
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