La destacada poeta, ensayista e investigadora cubana Fina García Marruz falleció a los 99 años, según dio a conocer este lunes Casa de las Américas.
“La Casa de las Américas lamenta la pérdida de Fina García Marruz, una de las más extraordinarias voces poéticas de la literatura latinoamericana. Integrante del grupo Orígenes, fue también una lúcida ensayista a quien dedicamos en 2014 nuestra Semana de Autor(a)”, indicó la institución cultural en sus redes sociales.
La Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) también lamentó el deceso de la destacada intelectual cubana.
Nacida en La Habana el 28 de abril de 1923, García Marrruz era la última sobreviviente del legendario grupo “Orígenes”, nucleado a mediados de pasado siglo en torno a la revista del mismo nombre y al cual perteneció también su esposo, el fallecido poeta y ensayista Cintio Vitier.
En la década del 60 Final García Marruz trabajó como investigadora literaria en la Biblioteca Nacional y desde su fundación, en 1977, hasta 1987 perteneció al Centro de Estudios Martianos, donde estuvo integrada al equipo que llevó a cabo la edición crítica de las Obras Completas de José Martí.
Con una obra traducida a varios idiomas, Las miradas perdidas (1951), Visitaciones (1970) y Habana del centro (1997), son tres de sus principales libros de poesía.
Sus volúmenes Hablar de la poesía (1986) y Créditos de Charlot (1990), fueron ganadores del Premio de la Crítica en Cuba en 1987 y 1991, respectivamente.
Acreedora en su extensa vida de gran cantidad de premios, Fina García Marruz recibió, entre otros, el Premio Nacional de Literatura (1990), el Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda (2007) y el Premio Internacional de Poesía Ciudad de Granada Federico García Lorca (2011).
A esos y otros reconocimientos se suma el Premio de Poesía Reina Sofía, uno de los más relevantes en lengua castellana, que mereció en 2011.
La muerte de Fina García Marruz ha sido ampliamente reseñada en las últimas horas por la prensa española, que la ha definido como "gran voz de la poesía cubana y latinoamericana".
Años atrás, García-Marruz confesó que evitaba las entrevistas o hablar de sí misma porque se sentía "en esos casos como una violinista a la que le piden un concierto de flauta. Yo me comunico mejor con el silencio, sin el que no se podrían dar la poesía, la música, ni el encuentro con uno mismo", precisó entonces.
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