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Hay pocas personas en el mundo virtual con la capacidad de paralizar las redes sociales, pero indudablemente Kim Kardashian es una de ellas. Sus más de 322 millones de seguidores son una prueba de ello, pero si la cifra de usuarios que la siguen es insuficiente, la dueña de Skims acaba de romper los termómetros de Instagram para demostrarlo.
La empresaria de 41 años le dio la bienvenida al mes de julio con uno de esos posados que recordamos todo el verano. Ella posando delante de un espejo con un bikini metalizado de su propia firma, con su cabello rubio recogido en una coleta y unas gafas de sol futurista.
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Rápidamente, sus seguidores han puesto a echar fuego el botón de 'me gusta' y en apenas una hora la candente foto supera el millón de likes. Confirmando así que estamos ante uno de los mejores bikinazos de la temporada. Y eso que el verano solo acaba de comenzar...
Con este posado, Kim vuelve a presumir de cuerpazo, uno más delgado que hace unos meses. Y es que la influencer ha perdido 21 libras desde que se propuso entrar en el icónico vestido de Marilyn Monroe para la Gala MET. Para el gran día, perdió 16 libras, pero después ha seguido bajando de peso.
Sobre esto habló en el programa Today, donde explicó que tras la Gala MET ha continuado comiendo saludable. "Eliminé azúcar y mucha comida basura que estaba ingiriendo sin darme cuenta, como muchos fritos", comentó. Y también se defendió de las críticas por su rápida pérdida de peso alegando que lo hizo como si un actor o actriz se prepara para un papel en una película. "
Ahora, habiendo pasado más de un mes de la Met Gala, Kim ha contado que ha continuado con su dieta y ha perdido más peso, y que ha decidido dejar atrás los fritos y el azúcar. Lo ha confesado en el programa Today, argumentando que no va a perder más y que la cuantía total es de 9,5 kilos.
"Lo procesé como tener que prepararme para un rol, tenía muchas ganas de llevar ese vestido. Fue muy importante para mí".
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