El preso político cubano Ramón Pérez Conde, conocido como Moncho, fue sentenciado a 12 años de privación de libertad por el supuesto delito de propaganda enemiga.
Berta Soler Fernández, líder de la organización opositora Damas de Blanco, denunció este sábado la injusta sentencia contra Pérez Conde, quien se encuentra detenido desde el 23 de junio de 2021. De acuerdo con la publicación, su casa fue allanada por la policía en dos ocasiones sin que se encontrara ninguna evidencia en su contra.
El activista por los derechos humanos se encuentra retenido en la Prisión de Valle Grande, donde ha sido sometido a constantes abusos y violaciones de derechos humanos, incluida la prohibición de recibir visitas familiares por haber obtenido un poco de leche en polvo para su madre mediante el canje entre reclusos.
El medio independiente Cubanet explicó que, en el caso del integrante de la iniciativa Embajada Cívica, el Tribunal Popular de La Habana lo condenó por dos transmisiones directas que hizo desde sus redes sociales condenando al régimen castrista.
La sentencia, emitida por la Sala de los Delitos contra la Seguridad del Estado, refiere que, entre mayo y junio de 2021, Pérez Conde “estimuló la presencia física los ciudadanos a los que se dirigía, en la vía pública para pronunciarse en contra del Estado socialista de derecho y justicia social refrendado por la Constitución de la República de Cuba y de sus principales dirigentes y líderes políticos, históricos y actuales”.
El documento oficialista añade que “el hecho declarado probado constituye un delito de propaganda enemiga carácter continuado previsto en el artículo 103 apartados 1 inciso a) y 3, en relación al artículo 11 apartado 1, ambos del Código Penal, puesto que conforme aparece probado del mismo, el acusado mostrando su desacuerdo con el proceso revolucionario, realizó 2 directas en red social Facebook, que por el nivel de usuarios que posee se entiende como medio de difusión masiva”.
El texto señala que, si bien en las fechas de las dos publicaciones del activista y preso político cubano, no sucedieron manifestaciones, estas contribuyeron al estallido antigubernamental del 11 de julio de 2021, consideradas las protestas más importantes en la historia reciente del país.
Ana María Conde Alemán criticó el ensañamiento del régimen con su hijo y afirmó que la arbitraria condena no solo mantiene encerrado a un hombre inocente, sino que la deja a ella, una anciana con graves problemas de salud, completamente desamparada.
Conde Alemán explicó que el proceso judicial contra el joven opositor tuvo lugar el 14 de mayo y aseguró que no estaba de acuerdo con la abultada sentencia “porque lo único que hacía mi hijo aquí, a las nueve de la noche, era pedir la libertad de 70 presos políticos (...) y sonar una cazuela por el hambre que hay en Cuba, que no hay nada”.
La anciana comentó que el gobierno quiere castigarlo porque ni estando en la prisión se calla. “Él denuncia todo lo que está pasando, ¿usted sabe lo que está comiendo esa gente todos los días?, un poco de agua con calabaza adentro, sin más especies ni nada. Tienen una sarna que no pueden y si le llevas, el día de visita, la que ellos no se comen (...) hay que botarla”, añadió.
Advirtió que, mientras su hijo esté con esa sentencia de 12 años, va “a seguir denunciando ante el mundo entero la bajeza, la sinvergüenzura y el odio que hay implantado en este país”.
Pérez Conde dijo, en una llamada que pudo realizar desde el precinto penal que iba a plantarse en huelga de hambre. “Voy a plantarme el día 7 [de julio] porque me llegaron 12 años. Todo es por estar en contra del sistema este, no por haber cometido ninguna acción. Me voy a plantar a morir, ya no me interesa nada, solamente que cuiden a mi mamá”, afirmó.
En septiembre de 2021 Moncho realizó otra acción de protesta similar que puso en peligro su vida. Su madre se vio obligada a pedir una prueba de su salud a la Seguridad del Estado, pues apenas pudo saber de la huelga y de que lo habían trasladado al hospital.
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