El cubano Marino Maury Díaz-León fue sentenciado a 12 meses de prisión por conspirar para cometer fraude y sobornar a un funcionario público que le facilitó licencias comerciales de conducción (CDL), de acuerdo con la corte del Distrito Occidental de Texas.
Díaz-León, de 55 años, participó junto a otros implicados en un esquema de fraude y soborno en San Antonio, Texas, que otorgó 215 permisos para operar vehículos comerciales mayores y autobuses, beneficiando a 197 cubanos, 11 estadounidenses, dos mexicanos, un ciudadano iraquí, otro de Puerto Rico y un ucraniano.
El funcionario del Departamento de Seguridad Pública de Texas Alonzo Blackman, de 68 años, recibió un pago de aproximadamente $1,000 por cada CDL otorgada y, tras declararse culpable, permanecerá en la cárcel 24 meses y pagará 215,000 dólares de compensación, según la sentencia.
"Este caso representa una violación atroz de la confianza y la seguridad públicas. Nuestra oficina continuará trabajando con el FBI y nuestros otros socios encargados de hacer cumplir la ley para responsabilizar a los funcionarios corruptos y a quienes conspiran con ellos por sus acciones criminales", dijo la fiscal federal, Ashley C. Hoff.
Por su parte, el agente especial a cargo del FBI, Oliver E. Rich Jr., aseguró que están comprometidos para investigar las denuncias de corrupción.
"Me gustaría agradecer a nuestros socios por su fuerte asociación y su incesante búsqueda de la justicia", subrayó.
Una CDL permite a su titular conducir y operar grandes vehículos comerciales y autobuses, pero el solicitante debe aprobar un examen escrito y una prueba de habilidades.
La investigación reveló que Blackman no administró la prueba de habilidades a los solicitantes, sino que los aprobó como si se hubiera realizado el examen.
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