Una emprendedora cubana que decidió radicarse fuera del país reflexionó, a partir de su propia experiencia, cómo a pesar de que muchos jóvenes en la isla no quisieran irse, se ven obligados a hacerlo en busca de oportunidades y de tener las riendas de su futuro, lejos de un gobierno que sigue aferrándose a algo "que nunca funcionó".
“Recuerdo que hace un tiempo se hizo viral cierto artículo de un periodista oficialista diciendo que ‘los jóvenes no se quieren ir de Cuba’. Muchos se rieron de eso, pero la verdad, lamento decirles que tiene razón, muchos jóvenes no nos queremos ir de Cuba, NOS OBLIGAN A IRNOS”, escribió Thais Liset Hernández Leyva, CEO de la iniciativa publicitaria Pixel Cubano, en un sentido hilo de tweets en el que anunció que deja el país y por qué lo hace.
“Nos vamos en búsqueda de libertad, de oportunidades, de por una vez en la vida tener las riendas de nuestro futuro, porque nuestro país, o mejor dicho: nuestros ‘dirigentes’ hacen que esto sea imposible”, añadió la joven de 26 años.
“Emigrar es difícil, bajo las circunstancias que sean, te separas de tu familia, de tus amigos, de tus recuerdos, de tu ciudad. Tenemos que renunciar a lo que por defecto nos pertenece porque un grupo de ineptos se aferran a algo que nunca funcionó, por lo menos no para nosotros”, precisó.
“Espero que algún día en serio esto cambie y que todos los que en algún momento tuvimos que renunciar a nuestras raíces podamos volver”, dijo también Thais Liset.
“¡Cuba, te quiero! Y espero que algún día tus hijos no tengamos que renunciar a ti para poder vivir como personas”, concluyó la joven, que acompañó su emotiva reflexión de una foto de un trozo de mar cubano.
“Se me acaba de meter una isla en el ojo, muchos éxitos”, escribió un internauta en la marea de comentarios que agradecieron a la joven su sinceridad y compartieron su punto de vista o experiencias similares de migración, marcadas por una cuota de obligada nostalgia más allá de éxitos personales o de una mejor vida.
"Suerte. Espero pronto podamos tener un nuevo país, no para los que ya nos fuimos y ya hicimos vida, sino para los que vienen atrás. Se lo debemos a nuestros hijos, como mismo nuestros padres nos lo debieron a nosotros #PatriaYVida #VivaCubaLibre", sentenció otro.
En abril, el gobernante Miguel Díaz-Canel afirmó que le duele que haya jóvenes cubanos que no crean que pueden desarrollar su proyecto de vida en el país y decidan emigrar.
"Hay personas que quieren probarse en otro mundo, que quieren demostrar que no están rompiendo con su patria, que su aspiración es también mejorar un poco y después regresar", dijo, al tiempo que culpó a Estados Unidos de la crisis migratoria que atraviesa Cuba, sobre todo entre los jóvenes.
Dos meses antes, en febrero, el mes que dejó la cifra del arribo de más 16 mil cubanos por la frontera de EE.UU., muchos de ellos jóvenes, Díaz-Canel había convocado a entidades del Estado y a científicos de la Academia de Ciencias de Cuba a poner en práctica un programa integral para dar atención diferenciada a los jóvenes, con el fin de frenar el éxodo de ese sector de la población, en un país que avanza hacia un inexorable envejecimiento.
El gobernante alertó que si no existe atención diferenciada a la juventud "se rompe la continuidad de la Revolución". Es decir, que admitió que la estampida de jóvenes pone en tela de juicio el lema que esgrime desde que tomó el poder, con su frase "Somos continuidad".
El mandatario instó a los científicos a encontrar el modo para que los jóvenes "encuentren su proyecto de vida en el país", e incluso exigió que se incluya proyectar actividades con los jóvenes que están fuera de Cuba, con los que dijo que hay que mantener una relación.
Cinco meses después de aquella utopía del máximo gobernante cubano, las cifras de jóvenes en pleno proceso migratorio en la isla no hacen más que crecer.
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