La difusión en redes sociales de una pelea ocurrida el domingo en la popular heladería habanera Coppelia provocó que autoridades e implicados en el suceso saliesen a ofrecer sus versiones sobre los hechos.
“La situación en cuestión no estuvo suscitada por la calidad del producto ni por insuficiencias en el servicio, como se ha intentado tergiversar en los diferentes comentarios de las redes. Tampoco fue el escenario de protestas o manifestaciones en contra de nuestro proceso político, como se quiso hacer creer”, indicó este martes la página de Facebook Núcleo Coppelia.
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Según esta publicación, la “desagradable situación” se inició con “la llegada de los clientes implicados en la discusión”. Ese domingo, sobre las 4:00 p.m., la heladería tenía “bastante público, algo común los fines de semana y más durante la etapa veraniega”.
“Al entrar la cola del área de la Torre, el pasacola se percata de que el compañero llevaba en las manos una botella de bebida alcohólica procediendo a decirle que no podía acceder a la instalación con la bebida en la mano”, explicaron las autoridades de Coppelia, indicando que el cliente obedeció el requerimiento del “pasacola”.
La surrealista situación fue subiendo en tintes violentos. Según la publicación oficial, “una vez en el área, la dependienta le ofreció los sabores existentes y los clientes querían la ensalada de un solo sabor, lo cual no está establecido, explicándoles que la ensalada está conformada máximo por tres bolas del sabor líder y el resto de las bolas de los otros sabores”.
Ante el absurdo de la norma, la clienta exigió hablar con “la administradora del área”, quien le repitió lo que establecía la norma y le sugirió que pidiera otra “especialidad” (un tres gracias o un súper twin) si quería que todas las “bolas” fueran del mismo sabor.
“Cuando la cliente sube, se sienta en su mesa y al llegar la dependiente con el servicio en la bandeja, la cliente procedió a virar la bandeja con todo y agredir junto a su acompañante con golpes a la dependiente, todo lo cual fue el detonante que dio lugar a tan desagradable situación”, afirmó la heladería en su versión de los hechos.
Sin embargo, la narración de Coppelia fue desmentida por la usuaria de Facebook Lisandra Castellano, una de las personas implicadas en la pelea junto a su esposo y su hijo de 5 años. Según explicó este miércoles, la versión oficial y de los empleados de la heladería en redes sociales es una completa falsedad y una difamación sobre ellos.
“Por quejarme con la jefa de turno por la mala atención y corrupción del lugar, una camarera me agredió (tengo pruebas suficientes). Me defendí y comenzamos una pelea”, explicó la cliente.
Castellano desmintió rotundamente la versión de la bebida alcohólica. “No ingerimos bebidas alcohólicas, es totalmente falso. De ser así aún estuviéramos detenidos”, aseguró.
Según la implicada, una vez que respondió a la agresión de la empleada y se desató la trifulca, su esposo “intentó separarnos y en ese momento se vinieron encima todos los trabajadores del establecimiento, como se ve en el vídeo bien claro. No pudimos hacer nada más”.
“Mi esposo llevaba un pulóver negro. Nunca agredió a dicha camarera, es una total difamación. Al terminar la pelea, la subdirectora me agredió varias veces al bajar las escaleras. Se nos trató como delincuentes y no lo somos”, denunció la cubana.
Indignada por la versión ofrecida en redes sociales por el usuario Randol Doval Paula, quien firmó como secretario de la sección sindical de Coppelia, la clienta afirmó que la policía no tomó medidas con ella ni su esposo, pero protestó por la inacción de las autoridades ante la agresión de la que alega haber sido víctima.
“Como consecuencia de no poder satisfacer el reclamo de estas personas, que exigían un solo sabor en su servicio, la reacción fue violenta lanzando platos y bandeja sobre la trabajadora, lo que conllevó a una reacción por parte de los demás compañeros”, explicó el sindicalista, quien confesó que “estos conflictos son más comunes de lo que quisiéramos”.
Doval, que etiquetó a CiberCuba y otros medios en su explicación, dijo que los clientes implicados en la pelea “empezaron a gritar palabras obscenas e improperios sin tener en cuenta incluso la gran cantidad de menores de edad dentro y fuera de la instalación”.
Además, alentaron “a los clientes para sumarse a su espectáculo, hasta que fueron detenidos y conducidos a la PNR donde se les instruyeron los cargos”.
Estas publicaciones y otros comentarios que apoyaron la versión oficial provocaron un nuevo post de la clienta, que salió en defensa de otra persona que intervino en la pelea con la intención de aplacar los ánimos, y a la que internautas identificaron con su esposo.
“Basta ya de difamación. Están difundiendo que es mi esposo el señor que aguanta a la camarera. Es totalmente falso, si miran bien, el señor es de color y tiene barba, además de llevar un pulóver color verde militar. Mi esposo es el del pulóver negro que levanta las manos”, indicó.
“El señor era un cliente, al cual agradezco donde quiera que esté, porque solo trató de ayudarnos. En ningún momento la golpeó [a la camarera]; si fuera así, y ella tuviera lesiones graves, aún estaríamos detenidos. Fuimos liberados sin cargos. Exijo a dichos difamadores, si tienen pruebas, que las muestren y no hablen más sin fundamento”, concluyó.
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