Las numerosas averías que presentan los equipos de bombeo de las plantas conductoras de agua de Pinar del Río, han provocado la escasez del importante recurso en la cabecera provincial.
Orlando Remis Santos, director de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de ese territorio, dijo al periodico oficialista Guerrillero, que la situación actual es muy compleja desde inicios de junio, cuando se presentaron las primeras roturas, las cuales causaron un descenso en la presión del agua.
De acuerdo con el funcionario, las mayores afectaciones al servicio de abasto se encuentran desde el kilómetro cinco al tres de la carretera a La Coloma y en los repartos Hermanos Barcón, Mijares, Piezas de Repuesto y Cuba Libre.
Remis Santos reconoció que las averías han provocado atrasos en todos los ciclos y que “como alternativa se reforzaron zonas de la de 20 con la conductora de 30, razón por la que los ciclos por 30 se alargaron también, sobre todo, para la carretera de Viñales y otras áreas como Alta B, el Celso Maragoto y el Pediátrico”.
“Se le ofreció a Farmacia un servicio malo con equipos de menos, ante las bajas presiones se reforzó con 30, pero al irse la corriente en el Anillo 1 dejó de entrar agua por la conductora de 20 y hubo zonas dañadas como Sol 140, Sol 170 interior, y esos lugares habrá que asumirlos con pipas”, agregó el directivo.
Las averías se presentan fundamentalmente en equipos con muchos años de explotación que no reciben el mantenimiento adecuado por falta de piezas de repuesto. Como consecuencia, los vecinos de diferentes zonas, como el barrio La Pelota, apenas reciben agua desde el martes último, cuando se paralizó nuevamente el Pozo Tres y la Empresa de Acueductos se quedó con dos estaciones de bombeo menos.
Según apuntó Remis Santos, la conductora de 30 solo realiza ciclos de distribución de entre 17 y 20 días en la carretera a Viñales. El funcionario explicó que “este martes se ofreció el servicio a la zona del Vélez, pero de las 14 horas que se les dio, estuvieron nueve sin electricidad. Esta zona tiene puntos críticos de muy bajas presiones, en las que si no es con ‘ladrones’ prácticamente no se puede coger agua”.
A pesar de esta crítica situación, la entidad estatal piensa parar, para acciones de mantenimiento, el funcionamiento de la conductora de 36, hasta el momento la más estable del territorio. Los especialistas esperan resolver así varios salideros en el tramo de La Ceniza y Troncoso para supuestamente mejorar las presiones, disminuir ciclos y bombear para lugares como La Malagueta y Montequín, que hace más de tres meses no reciben agua, si no es a través de pipas.
La compleja situación con el abasto del importante recurso natural se extiende a otras provincias del país. A finales de mayo pasado, en La Habana, más de 31 mil personas en los municipios de Diez de Octubre, Guanabacoa, Regla y San Miguel del Padrón, se vieron afectadas por una decena de interrupciones y las averías ocurridas en dos equipos del sistema del canal.
También hacia el reparto Camilo Cienfuegos, en el municipio Habana del Este, los vecinos estuvieron cerca de 10 días sin recibir agua. En total fueron afectadas 13 mil personas, quienes se quejaron con frecuencia a las autoridades sin que estas dieran solución al problema.
A mediados de ese mes, los residentes del poblado Manuel Tames, en Guantánamo, permanecieron sin agua por más de 20 jornadas. Como consecuencia de la falta de combustible que impidió que llegaran se enviaran pipas hacia esa localidad. Abelardo Durán Almeida, director de Acueducto y Alcantarillados en el municipio, admitió que el abasto de agua llegó a presentar hasta cinco días de atraso en 25 de las 36 comunidades que dependen de los carros cisterna.
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