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Más de 7,000 reses murieron en la provincia de Las Tunas a causa de desnutrición y trastornos gastrointestinales durante el primer semestre de 2022, informaron fuentes oficiales.
La delegación del Ministerio de la Agricultura (MINAG) en el territorio oriental dijo que al cierre de junio ocurrieron 7,055 muertes de reses, 890 más que en igual etapa de 2021.
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En crías, "la cifra alcanza las 2,495 cabezas y, de manera general, el índice asciende al 7,8 por ciento", precisa el informe citado por Periódico 26.
Señala que en Las Tunas estaban registrados 243,834 ejemplares de ganado mayor al término del primer semestre del año, de los cuales 91,368 eran hembras en reproducción. Esa cifra representa 681 animales menos que en igual período del año anterior.
De acuerdo con los ganaderos, las principales causas de las muertes fueron la desnutrición y los trastornos gastroentéricos.
La tercera causa fueron delitos como el robo y el sacrificio ilegal del ganado, que causaron 2,659 decesos.
Los municipios de Las Tunas, Majibacoa y Manatí registraron el mayor número de acciones ilegales contra el ganado.
Gregorio Torres Cobas, subdelegado del MINAG para la ganadería, dijo que implementan "16 medidas para la recuperación y el control de la masa" y mantienen una "estrategia diseñada en el territorio para frenar el decrecimiento".
Sin embargo, los ganaderos dicen que han debido comprar máquinas en revolico.com, para poder preparar una mezcla de paja de caña con miel para alimentar al ganado, que se muere de hambre.
Esta situación no es nueva, y el régimen cubano continúa sin encontrar la solución definitiva. Entre enero y julio de 2020 murieron en Cuba más de 25,000 vacas por desnutrición, lo cual obligó a la isla a aumentar sus importaciones de leche y carne.
Camagüey registró en el primer semestre de ese año la muerte de más de 17,000 vacas por desnutrición y una disminución del 30% de producción de leche.
Igualmente, Pinar del Río incumplió el plan de producción de carne por el bajo peso de los animales, mientras que Las Tunas perdió en cinco meses de ese año 7,000 reses, que para entonces eran 2,593 muertes más que en igual período de 2019.
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